Un respeto absoluto por el adolescente y reconocer y potenciar las cualidades y virtudes de éste, independientemente de sus circunstancias personales, es el punto de partida de la importante labor que realizar la Fundación Vinjoy con jóvenes en riesgo de exclusión social. Hace un par de años, y gracias al apoyo de la Obra Social La Caixa, la centenaria organización asturiana puso en marcha el "Programa Puente", en coordinación, como el resto de sus iniciativas, con las administraciones regionales, en este caso, la Consejería de Derechos y Servicios Sociales.

Dirigido por Andrea Iglesias Pintado, este programa socioeducativo está dirigido a adolescentes y jóvenes de 12 a 21 años sobre los que se aplican medidas de protección, así como aquellos cuyo contexto personal, familiar o social genera o es susceptible de generar situaciones de riesgo o conflicto social, incluyendo los menores extranjeros no acompañados. Un programa que busca, sobre todo, apoyar a los jóvenes en una de las épocas más complejas de su vida y potenciar sus valores para que puedan reconducirla. Una nueva oportunidad dentro de una sociedad que los excluye. En la actualidad, según cuenta Iglesias, son 16 los jóvenes que participan en el proyecto, un programa cuyo éxito radica en su total personalización. "Trabajamos con los adolescentes hasta los 21 años, ya que a los 18, cuando entran en la edad adulta, dejan de percibir muchas de las ayudas que tenían al ser menores, y es una época de transición en la que necesitan apoyo", cuenta Iglesias. Un apoyo que, en muchos casos, llega tras haber sido rechazados por la sociedad y prejuzgados sin haber tenido ninguna oportunidad. "Nosotros les escuchamos, les dejamos que ellos marquen el trabajo, ya sea una sesión por semana, dos... Lo importante es que se sientan cómodos y vean en nosotros un apoyo para su vida, que confíen", cuenta la coordinadora. Una labor en la que trabaja un equipo multidisciplinar integrado por dos educadoras, una psicóloga y dos auxiliares educadores cuya aportación es más que fundamental. "Son dos jóvenes a los que hemos formado en la Fundación, dos chicos que venían de una situación complicada y marginal y con su ejemplo y conocimientos nos ayudan a llegar a los adolescentes que tratamos", cuenta Iglesias.

El "Programa Puente" desarrolla dos importantes líneas de actuación. Por un lado, de acompañamiento e intervención socioeducativa especializada y complementaria a la red de atención y protección a la infancia del Principado, y, por otro, una labor de sensibilización y trabajo comunitario para implementar actuaciones de concienciación en los diferentes contextos socioeducativos y en la población en general, contribuyendo así a la mejora tanto de la imagen social de los adolescentes y jóvenes como de la convivencia.

Una importante tarea socioeducativa que próximamente saldrá también a las calles, donde los educadores ofrecerán ayuda y asesoramiento a los jóvenes que lo requieran.