El recrecido del vertedero de La Zoreda (Serín) para prolongar su vida útil hasta 2020 estará listo para el verano del año que viene. La comisión delegada del Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa) aprobó ayer la licitación de las obras de ampliación en altura con un presupuesto base de 2.050.000 euros (IVA no incluido) y un plazo de ejecución estimado en doce meses. El nuevo vaso, que ganará una capacidad de 2,9 millones de metros cúbicos, superará por primera vez la cavidad natural del valle.

La consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, aseguró tras la reunión que el recrecido del vertedero era una "solución inaplazable", a la vista de que el depósito está ya prácticamente lleno, y "transitoria", por cuanto para 2020 debe de estar diseñada una alternativa al vertido. Además, tras agradecer el "esfuerzo" de los vecinos de la zona, garantizó que los trabajos "se van a abordar con las máximas garantías ambientales".

El proyecto incluye la construcción de dos balsas de almacenamiento intermedio de lixiviados (líquidos que va arrastrando distintas partículas de los sólidos que atraviesa) con una capacidad para 22.000 metros cúbicos. La adjudicataria también deberá de ampliar la red de captación y canalización de biogás, con dos nuevas estaciones de regulación y una más de impulsión.

Las obras de construcción del vertedero de Serín arrancaron en 1983, un año después de la creación de Cogersa bajo el impulso del Gobierno regional que entonces presidía el socialista Rafael Fernández. Los primeros vertidos se depositaron en 1985 en un vaso que tenía una capacidad de 10,5 millones de metros cúbicos. La inauguración oficial se celebró en enero de 1986.

La primera gran ampliación se llevó a cabo en 2005 y se ganaron 2,1 millones de metros cúbicos en dirección a la cabecera del valle. Cinco años después se ejecutó un segundo recrecido, de 3,5 millones de metros cúbicos.

El vertedero de Serín ha recibido 8,8 millones de toneladas de desperdicios en lo que va de siglo y se encuentra ahora hasta los topes, con espacio libre para asumir, como mucho, media tonelada más de residuos.