El del "caso Marea" será el primer juicio en Asturias en el que se ofrecerá por parte de la administración de Justicia la señal audiovisual de un juicio -si exceptuamos el esfuerzo que se hizo durante la celebración del juicio de la "operación Pípol", en 2005, para ofrecer imágenes del desarrollo del juicio a los medios de comunicación- y el primero en el que los medios contarán con una sala de prensa para desarrollar su trabajo, una mecánica similar a la que se está desarrollando en el juicio del "caso Nóos" en Palma de Mallorca. No obstante, la imagen del juicio no podrá ser ofrecida en directo por los medios de comunicación. Y los magistrados de la sección tercera de la Audiencia han prohibido la difusión de imágenes de algunos testigos, como la de una de las mujeres cuya identidad fue supuestamente suplantada por Marta Renedo. El acceso a la sala se ha limitado a un representante de cada medio. Sin embargo, la presencia de cámaras a lo largo de toda la duración del juicio supone un auténtico triunfo. Fueron el Colegio Profesional de Periodistas de Asturias y la Asociación de la Prensa de Oviedo quienes solicitaron la presencia de las cámaras en la sala. Solo el empresario Víctor Manuel Muñiz -que ha pedido la nulidad de las actuaciones por no permitírsele disponer de fondos para el pagos de sus letrados y los peritos judiciales- se opuso a la retransmisión del juicio, al considerar que atentaba contra su derecho a la intimidad.