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Una banda rumana asalta pisos en Oviedo, Gijón y Avilés reventando las cerraduras

Los ladrones entran a las casas con una llave maestra o un taladro tras llamar a la puerta para saber si están vacías

Un cerrajero ilustra el método del "bumping" con una llave maestra.

La Policía ya tiene identificados a los miembros de una banda itinerante rumana a la que se considera responsable de la ola de robos en viviendas sufrida por el Principado la pasada Semana Santa, especialmente en la ciudad Gijón, con una quincena de robos, aunque también se registraron asaltos en Oviedo y Avilés. Los robos se produjeron, según fuentes policiales, en barrios periféricos de estas ciudades, con fácil acceso a la autopista "Y", lo que facilitó la huida de los ladrones. La banda ya ha abandonado Asturias, según cree la Policía. Los asaltantes no se hospedaron en hotel alguno, lo que hace pensar que, o pernoctaron en el vehículo en el que se desplazaron hasta Asturias, o cuentan con alguna vivienda en la que refugiarse. En realidad, sus robos son tan rápidos y profesionales que no precisarían siquiera de pasar la noche en la región. El método utilizado, el "bumping", en el que se utiliza una llave maestra especial, no deja marca alguna en las puertas, por lo que no puede ser detectado a simple vista por los vecinos. Es muy probable que haya más denuncias conforme se produzca el regreso de vacaciones y las víctimas encuentren sus casas desvalijadas. La Policía se vio obligada a establecer un dispositivo especial para tratar de localizar a los miembros de esta activa banda, aunque aún no se han producido detenciones.

Los protagonistas de esta ola de robos utilizaron el mismo método para entrar en las viviendas. Tras colarse en el portal del edificio, fueron llamando puerta por puerta, para localizar las viviendas vacías. Perpetraron sus robos por las mañanas, entre las ocho y las dos de la tarde, las horas a las que los vecinos suelen ausentarse para ir a trabajar o realizar la compra diaria. Además, muchos residentes se encontraban en ese momento de vacaciones, lo que facilitó alguno de los asaltos.

El método utilizado por la banda, el "bumping", requiere de muy escasos segundos. Consiste en introducir una llave maestra especial en la cerradura de seguridad. La llave maestra está provista de puntos, muescas o "dientes" en la posición más baja a la que llegan los pistones del cerrojo. Una vez introducida, bastan uno o dos golpes con un martillo o similar -hasta un zapato- para mover los muelles internos, lo que provoca la apertura de la cerradura. También es posible que los ladrones hayan utilizado alguna ganzúa mecánica o taladro eléctrico, un método que destroza las cerraduras.

Una vez forzada la cerradura, los ladrones entraron en las viviendas y se llevaron objetos fáciles de transportar, a una velocidad pasmosa, sin permanecer mucho tiempo en cada vivienda. Los ladrones se ceban sobre todo en una determinada marca de cerradura de seguridad que fue muy popular en España los años noventa.

La Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES) calcula que un 80 por ciento de las cerraduras en España están obsoletas, por lo que en próximas semanas instará a las administraciones regionales y locales a llevar a cabo un Plan Renove para sustituir las viejas. "No hay cerradura que no pueda ser abierta, pero se le pueden poner minutos a la puerta, para que los ladrones tarden más en abrirlas y desistan de intentarlo", según indica un portavoz de UCES, organización que agrupa a 300 cerrajeros en España. Esta organización cree que la administración debería subvencionar la renovación de las viejas cerraduras.

La UCES está preocupada además por otro aspecto que observa desde hace unos cinco años, y es la venta de llaves maestras y otras herramientas de cerrajería a través de internet. Otro aspecto intolerable, según la organización, es la proliferación de "cursos" y "tutoriales" en Youtube en las que se enseña cómo abrir una puerta de manera silenciosa y limpia. "Más que para aprender a ser cerrajero, esas tutoriales son para aprender a robar", se queja la UCES.

En la actualidad se puede adquirir por 100 o 150 euros una cerradura anti-bumping o anti-taladro. Según explica Ángel Cantora, de Cerrajería El Trasgu, las primeras cuentan con un péndulo o muelle que impide actuar la llave maestra. Hay diferentes modelos que ralentizan el robo por parte de los ladrones, como la Mauer, la R6 de precio más asequible, la R 100 o la Kaba, entre otras. Las cerraduras anti-taladro hacen que el bombín literalmente enloquezca, es decir, que empiece a dar vueltas, de forma que el taladro no logra realizar su tarea de erosionar los pistones de la cerradura.

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