Los casos de maltrato a ancianos se multiplicaron por tres en los últimos veinte años, según alertó ayer en Oviedo la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española. Victoria Ortega (Palencia, 1958) aseguró, durante su intervención en la ceremonia de graduación de Derecho, que el 28% de los mayores que atiende su colectivo sufre trato vejatorio por parte de sus cuidadores y en mayor medida, de sus parientes. "El perfil predominante es un familiar que vive en la casa del anciano, no atiende sus necesidades e ignora sus derechos", recalcó Ortega ante la mirada de más de medio centenar de estudiantes de la Universidad de Oviedo. A ellos se dirigió la doctora en Derecho para reivindicar el papel que desempeñarán en el futuro como garantes de la libertad "de todos los ciudadanos".

Victoria Ortega, que ejerce la Abogacía desde 1981, comenzó su ponencia haciendo suya la célebre frase de Gabriel García Márquez: "Yo hoy no he venido a dar ningún discurso". Pero sí "una reflexión del Derecho apoyada en mi experiencia". Fue entonces cuando sacó pecho y dijo: "Un abogado defiende los derechos de las personas independientemente de sus acciones. La negación de esos derechos, inherentes a la condición de ser humano, supone un hecho inaceptable y un retroceso de siglos en la historia de nuestros país", reivindicó. Ortega entiende el derecho como una "regulación de la convivencia de las personas" e invitó a los alumnos de la Universidad asturiana a abrir "el abanico de opciones" que brinda esta carrera. "Tienen muchas oportunidades, algunas nuevas, gracias a creación de administraciones en cada comunidad autónoma", señaló. No obstante, Ortega opinó que la "salida natural" de la facultad es la abogacía.

En este sentido, destacó la función social que el Consejo General desempeña en estos momentos. Por un lado, en la asistencia a los refugiados y por otro, a los ancianos. Con respecto a este último colectivo, la abogada palentina lamentó que el porcentaje de denuncias por malos tratos "sigue siendo muy bajo" y pidió darle mayor visibilidad al problema. Más aún teniendo en cuenta que la sociedad española camina hacia un envejecimiento demográfico sin fronteras.

Por su parte, el decano de la Facultad de Derecho José María Roca transmitió a los graduados un "doble mensaje de confianza". "Primero, para que estéis orgullosos de vuestra preparación. Y segundo, para que seáis vosotros mismos". Roca siguió profundizando en esta idea para concluir: "No dejéis que nadie frustre vuestras ilusiones. El éxito no depende del acierto en la elección, sino en el esfuerzo que pongáis en luchar por la meta que os pongáis".