Ni en sus mejores sueños imaginaron que iban a empuñar rifles, subirse a vehículos de guerra y aprender tácticas de defensa personal. Ayer la realidad superó a la ficción: más de 200 escolares de cinco colegios de la región se pusieron en la piel de los militares del Regimiento "Príncipe" número 3 durante su visita al acuartelamiento de La Belga, en Siero. Algunos se metieron tanto en el papel de soldado que mancharon la piel de la cara de pintura verde y negra, al estilo de sus héroes. "Esto mola mucho. Me gusta oler el peligro", aseguró Pelayo Gómez, del colegio "Tiriellos" de Langreo, durante una exhibición de artes marciales.

Los juegos de guerra pronto entraron por las venas. Mientras unos imitaban una pelea, otros apuntaban a sus compañeros en la frente colocando las manos en forma de pistola. "Yo quiero ser soldado de mayor y utilizar un AK-47", dice Gerardo Fernández en referencia al arma de moda en las películas de acción. No obstante, los niños marcharon a casa con la lección bien aprendida: "Si nos ataca un hombre malo con cuchillo o nos quieren quitar la cartera, tenemos que correr muy rápido", explicó Izan Romero.

El consejo es aplicable en la vida cotidiana, pero no en una batalla. "¡Venga, atacar al enemigo!" o "¡Cuerpo a tierra!" fueron algunas de las expresiones que utilizaron los soldados en otra de las demostraciones que dejaron boquiabiertos a los jóvenes. Se trataba del entrenamiento de un conflicto, que incluyó hasta tiroteos con petardos. El objetivo era neutralizar a los enemigo, que iban envueltos en pañelos palestinos -yihadistas, para "simular el contexto histórico", según señaló un militar- y que apuntaba "a los buenos" con una ametralladora desde lo alto de una torre. Siero se convirtió por unos minutos en el mismísimo Irak. "Empezamos la visita con un vídeo y pensaba que iba a ser todo más aburrido. Pero al final resultó todo lo contrario", afirmó David Domínguez, alumno de cuarto de la ESO del colegio Santo Tomás de Aquino, de La Felguera. "Me está gustando mucho. Quiero estudiar el grado doble de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, pero como segunda opción tengo entrar en el cuerpo militar", apuntó su compañero Mario Cuesta.

Precisamente en la captación de futuros soldados se centraron estas jornadas, según destacó el brigada Peñaranda. "Suele ser una profesión de puertas para dentro, bastante desconocida y queremos darla a conocer", explicó. En esta ocasión, los que agarraron bien las armas fueron los estudiantes de los colegios Turiello de Langreo, Alto Nalón de Barredos, Santo Tomás de Aquino de La Felguera, Doña Jimena de Gijón y el centro de educación especial Juan Luis Iglesias Prada de Sama de Langreo. Todos reconocieron habérselo pasado en grande. "Yo me quedo con los coches", concluyó uno de los asistentes, Jordan Vargas, con una sonrisa de oreja a oreja.