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En el Sueve un 6% de los parásitos adultos portan la bacteria que produce la infección

Las garrapatas llevan varios años siendo objeto de interés científico en Asturias como agentes transmisores de enfermedades para los animales y el hombre. Alberto Espí Felgueroso, del área de Sanidad Animal del Serida (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario) ha firmado varios estudios -el último está en fase de revisión para una publicación nacional- sobre el tema, lo que incluyó que se pasara tres años tomando muestras, cada quince días, de las garrapatas presentes en la vegetación el Sueve.

"Me centré en el Sueve porque es una zona endémica de presencia de estos parásitos; en sanidad animal estudiamos mucho esta zona porque tiene muchos elementos que la hacen interesante y representativa de lo que es Asturias", explica Espí. Gracias a ese trabajo de campo el Serida va a aportar una información de interés, como es el porcentaje de garrapatas que están infectadas por la Borrelia, que es el agente causante de la enfermedad de Lyme. Analizando específicamente la garrapata de la especie Ixodes ricinus, la más frecuente en Asturias, se ha determinado que un 6,1% de los ejemplares adultos y un 1,4% de las ninfas son portadoras de esa bacteria. "No es una cifra baja, ni mucho menos, si tenemos en cuenta la cantidad enorme de garrapatas que hay en el medio", sostiene Espí.

La picadura de una garrapata puede no tener ninguna consecuencia -en su mayoría-, pero también puede transmitir virus, bacterias, hongos... más incluso que los mosquitos. La enfermedad de Lyme, en concreto, es en su mayoría asintomática y no requiere tratamiento. Cuando aparecen síntomas, en los momentos iniciales cuando sólo presenta manifestaciones cutáneas como un enrojecimiento en la piel, puede ser atajada fácilmente pero los expertos reconocen que en ese momento su diagnóstico es muy difícil por lo poco claro de los síntomas. Es lo que genera que la infección se convierta en crónica, pudiendo afectar a partir de ahí de forma grave a diversos órganos. Y los expertos aseguran que es causa "muy infrecuente" de muerte. Pero ayuda.

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