El inspector jefe de la brigada de delitos económicos de la Comisaría de Gijón que realizó la investigación y los registros en los despachos y empresas implicadas en el caso Marea, declaró ayer que, de las pruebas practicadas se desprende que "así como Riopedre -ex consejero de Educación encausado- no recibió ni un euro ilícito, pero sí se aprovechaba para que las empresas diera trabajo a su hijo". También señaló que "sabíamos que debía haber un entramado. Una persona sola no podía sacar esa cantidad de dinero público del Principado".

En el transcurso de su declaración relató que se había comprobado la existencia de cuentas bancarias que controlaba Renedo por teléfono prepago en las que se ingresaba dinero y ella sacaba a través de cajeros automáticos, aunque en realidad figuraban a nombre de otras personas.

También explicó la coincidencia de fechas y cantidades de transferencias de las empresas relacionadas con el supuesto entramado que se enjuicia y facturas encontradas en los registros. Y que el club de baloncesto en el que jugaba su hija recibió unos 310.000 euros en subvenciones del Principado y de Igrafo, APSA, Asac e Implants Monts. "Cuando la hija dejó de jugar, se acabaron esos patrocinios",afirmó el agente.