María Jesús Otero, exdirectora general de Patrimonio de la Consejería de Educación y una de las principales encausadas del caso "Marea", cobró a un grupo de amigos un viaje a Tenerife que le regalaron al exconsejero José Luis Iglesias Riopedre por su 70 cumpleaños. Ese mismo viaje lo pagó la empresa Almacenes Pumarín (APSA) a la agencia de viajes de Llanes con la que se había contratado. De hecho, las facturas se encontraron en el registró realizado en dicha empresa en diciembre de 2009. También la de la compra de un Audi por más de 20.000 euros que Otero vendió a sus amigos por 18.000.

Estas operaciones las explicó ayer María Teresa Elizari, testigo propuesto por AVALL. Afirmó ser maestra y que había sido amiga de Otero y Riopedre, en la octava sesión del mayor juicio por presunta corrupción celebrado en Asturias, y en el que se juzga una supuesta trama de adjudicación irregular de contratos públicos en el Principado.

La testigo declaró que no recuerda cuánto pagaron finalmente por el viaje, cuyo coste se repartió entre seis personas, incluido su marido y la propia Otero, que se había ofrecido a organizarlo todo y después les dijo cuánto dinero tenía que poner cada uno. También señaló que el exconsejero era "consciente de que el viaje lo pagaban entre todos los amigos".

Las vacaciones de Riopedre a Tenerife no fueron el único negocio que, según esta testigo, hizo Otero con sus amigos. A ella y a su marido también les vendió un coche para su hija, un Audi, por 18.000 euros, cuando en realidad costaba más de 20.000. "Ella se encargó de todas las gestiones y se empeñó en venir a recogerlo con nosotros. Cuando lo vimos publicado en prensa no lo podíamos creer. Todo estaba a nombre de mi hija, el coche, la documentación y la factura de la compra", declaró María Teresa Elizari. "En un primer momento puede que parezca un engaño; creo que su ánimo no era el de engañar ni perjudicarnos, pero hay algunos beneficios que resultan perjudiciales para la persona que los recibe".

Otro de los testigos que declaró ayer, Carmen Priede, también llamada a testificar por AVALL, rectificó prácticamente todas las declaraciones que había realizado en la fase de instrucción. Trabajadora de la consejería de Educación entre 2001 y 2013, parte de su labor la desarrollaba en el centro de adultos de La Arquera, donde recepcionaba material que entregaba la compañía de Mudanzas Asur.

Según explicó, abría la puerta del almacén para que dejaran el material porque "estaba allí y no me importaba hacerlo". También señaló que su relación había sido muy puntual con María Jesús Otero, que fue su jefa durante unos meses hace muchos años, pero de la que nunca después había recibido órdenes. También indicó que las empresas con las que más se trabajaba era Almacenes Pumarín "porque era la que más aguantaba sin cobrar. Nosotros no teníamos dinero para material y el Principado no nos daba las subvenciones hasta que estaba todo hecho y certificado. Había empresas que facturaban al mes, así que trabajábamos con las que nos adelantaban materiales y más aguantaban sin cobrar".

Pero negó muchas de las declaraciones que había realizado al principio del proceso. Así, ayer dijo por ejemplo que nunca se recibía en el almacén de La Arquera mobiliario ni electrodomésticos, y que tan sólo en una ocasión debido a las inundaciones se dejaron allí muebles de unos apartamentos en Poo de Llanes, propiedad de María Jesús Otero.