Los llagareros asturianos respaldan la marca de calidad para las sidrerías que impulsa el Gobierno regional, "siempre que no sea restrictiva" respecto a las variedades de sidra admitidas. Además, consideran "lógico" que se exija la presencia de caldos acogidos a la Denominación de Origen Protegida (DOP), pero sin que tengan la exclusiva en aquellos establecimientos que obtengan el sello autonómico.
El reglamento que maneja la Consejería de Industria establece entre los requisitos para optar a la marca contar con, al menos, una sidra controlada por el Consejo Regulador de la denominación. Aunque la patronal de la hostelería apoya tal exigencia, reconocidos profesionales del sector han mostrado su disconformidad con ella y reclaman libertad absoluta en materia de palos de sidra para solicitar al sello.
Manuel Riestra, del llagar Muñiz de Tiñana (Siero), es uno de los elaboradores de la denominada sidra seleccionada, variedad de alta calidad que no está en la denominación. Considera que, "como concepto", la iniciativa del Principado resulta "positiva" para el sector. A juicio de este llagareru, es "entendible" que entre los requisitos que se piden a las sidrerías esté el contar con productos de la denominación, "aunque sin cerrar la puerta al resto". "Hay otras sidras de gran calidad que no deben de quedar fuera. Cuanto más se abra el abanico mucho mejor", apunta Riestra, ex presidente de la Asociación de Lagareros de Asturias.
El naveto Fran Ordóñez, de Sidra Viuda de Angelón, celebra que se impulse una marca de calidad "de la que ya se lleva muchos años hablando". "El proyecto está muy bien, porque lo mismo que hay restaurantes de diferentes categorías es lógico que pase lo mismo con las sidrerías". Sobre la denominación de origen, en la que está inscrito, Ordóñez ve "lógico" que se encuentre en los locales con sello. "Si queremos promocionar el Principado tenemos que promocionar sus marcas de calidad", apunta, para añadir que la sidra con denominación "es la que garantiza un producto cien por cien asturiano".
Desde el sector de la sidra espumosa, Consuelo Busto, de Mayador, sostiene que la idea de seleccionar las mejores sidrerías con un sello de calidad tiene muy complicado salir adelante si no se abre a todas las variedades. "Si queda solo para la denominación de origen será difícil que se logre", señala.
Las críticas de algunos hosteleros a que el reglamento de las sidrerías de calidad incluya la obligación de contar con denominación ha sido recibida con sorpresa en el consejo regulador de la DOP. "Si lo que se pretende es vender Asturias, su turismo, sus pomaradas y sus productos no tiene sentido que en esas sidrerías no haya denominación", afirma la gerente del consejo, Reyes Ceñal, quien subraya que los chigreros pueden elegir entre veinte marcas acogidas a la DOP.
En 2015 se vendieron 1,1 millones de litros de sidra con denominación, el 95% de escanciar.
