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El número de investigadores becados en Asturias cayó un 20% en sólo tres años

"Estamos en una situación de desventaja respecto a otros doctorandos europeos", sostienen los afectados por los recortes en el Principado

El número de investigadores becados en Asturias cayó un 20% en sólo tres años

El número de investigadores con beca predoctoral en Asturias cayó en casi un 20 por ciento en los últimos tres años, según datos del Gobierno regional. La tendencia a la baja no sólo se constata en la cifra de científicos que se benefician de unas ayudas para estancias en el extranjero y apoyo a su investigación, sino en la cantidad global aportada por el gobierno autonómico para este objetivo, con un descenso en cuantía del 12 por ciento.

Con las ayudas predoctorales y para estancias breves en el extranjero reducidas un 12% desde 2013 y con un 18% menos de beneficiarios de las mismas, los investigadores han comenzado a autofinanciarse ellos mismos las salidas al extranjero y se quejan de la manifiesta "situación de desventaja" respecto a otros doctorandos. En Europa sus compañeros cobran más del doble que muchos de los becarios "Severo Ochoa" de Asturias. Al menos, dicen los afectados, en otros destinos se mantiene la apuesta por la investigación, con convocatorias anuales de ayudas predoctorales para estancias en el extranjero.

La vida universitaria no termina con el fin de la carrera. La competitividad del mercado laboral es la responsable de que cada año miles de estudiantes decidan matricularse en un curso de doctorado. Sin embargo, ¿cuánto cuesta la formación en etapa? ¿las tasas de empleabilidad y las condiciones salariales a las que dan acceso compensan la inversión? Junto a ello es necesario analizar el impacto combinado de la reducción de la financiación desde los presupuestos autonómicos a las ayudas en esta etapa y los incrementos derivados de la subida de los precios públicos de las enseñanzas universitarias. Esa combinación de factores ha desembocado en una situación de crisis que está pasando ya factura a la élite de la ciencia asturiana.

Ese programa, en manos de la Administración autonómica en el Principado, ha visto cómo se reducían los fondos, de año en año, desde los 2.983.992 euros de 2013 para becas y contratos predoctorales "Severo Ochoa", que se convirtieron en 1.844.249 euros en 2014 y 2.646.740 euros el año pasado. Para las estancias breves en el extranjero la tendencia a la baja es idéntica. Según los datos facilitados por la Dirección General de Universidades, en una pregunta formulada por el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, acerca del Plan de Ciencia y Tecnología del Principado, el departamento regional señaló que esas estancias de investigación fuera de España, que permiten acceder a la mención internacional de doctorado, fueron menguando de las 116.939 euros de 2013, a 102.320 en 2014 y los 100.097 de 2015 que se han quedado en una consignación presupuestaria de menos de 8.000 euros para 2016 aunque la convocatoria aún no se ha hecho pública.

"Ni es un derroche ni se trata de cantidades desorbitadas", plantea Jorge Quesada, uno de los estudiantes de doctorado afectados por ese retraso en las ayudas que, de concretarse este año, no alcanzaría ni a media docena de investigadores cuando en ejercicios pasados no bajaban de 40 los beneficiarios de estas ayudas.

Si el análisis se extiende al número de ayudas otorgadas se repite idéntica tendencia a la baja, casi medio centenar menos de becas y contratos predoctorales de 2013 a 2015, lo que representa un retroceso de cerca del 18% en el número de beneficiarios.

"Pese al bloqueo institucional de la prórroga presupuestaria deberían existir prioridades; nos parece un tanto injusto que se deje hacer esto", continúa Quesada, vinculado al departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Oviedo desde 2014 en el grupo de Catálisis, Reactores y Control. Compañeros suyos de otras titulaciones se han tenido que pagar las salidas al extranjero con ahorros de las becas de años anteriores.

Lo hizo Paulino Pandiella, en Lovaina hasta junio. Acaba de recibir el Premio Nacional Fin de Carrera y además de no recibir la felicitación ni del gobierno asturiano ni de la Universidad se muestra "decepcionado" no solo porque no pueda optar a las ayudas para la estancia de este año sino porque, además, "ni siquiera la convocan" para que otros compañeros pudieran beneficiarse. El año pasado fue a Oxford. Acaba de salir la convocatoria de ayudas "Severo Ochoa" para estancias en el extranjero. Se la concedieron cuando ya estaba de vuelta en España, en agosto.

Tuvo que adelantar el dinero. Como Llorián García, maestro y licenciado en Musicología que se está costeando una estancia en un centro puntero en Etnomusicología en la Universidad de Columbia. Solo el alquiler ya le cuesta tanto como lo que recibiría para la estancia pero ha optado por arriesgarse a invertir todo el dinero ahorrado en los primeros años de beca "para aprovechar la ocasión de mejorar mi formación".

Pese a las quejas de los investigadores, Educación no baraja cambios en esta línea de financiación a la élite de la ciencia asturiana y la partida para estancias breves en el extranjero no llegará a 8.000 euros frente a los 100.000 de ejercicios anteriores, como ya advirtieron los afectados. Así se recoge en el plan estratégico de subvenciones de la consejería de Educación para 2016: "Estancias breves para la formación de personal investigador: 7.704,63 euros". Chocante para muchos cuando a las estancias de 3 meses en el extranjero se asignaba una media de 3.000 euros por persona. Esa convocatoria regional no se ha hecho pública aún. ¿Qué puede ocurrir con la gente que se quede fuera? "Te trastocan los planes en el corto plazo. Todos quieren una Universidad más internacional pero si se corta esta forma de establecer lazos con otras universidades muchos investigadores predoctorales se quedarán sin salir fuera", advierte Quesada. "Y los grupos de investigación también se están viendo con limitaciones para contratar personal", añade.

Uno de las principales cualidades de un doctorando es que el resultado de su trabajo es original, nuevo. Se trata de profesionales altamente formados, con capacidad para dar forma al nuevo tejido productivo de la región y que están viendo cómo sus posibilidades de mejorar su formación se reducen. "Al final es como si te impidieran hacer tu trabajo o trabajar en las condiciones que deberías", dice Quesada.

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