El agua fría comenzaba a helarles y quizás pensaron que la única escapatoria posible era continuar adelante en el túnel de siete kilómetros, anegado, para tratar de alcanzar una salida que se encontraba a apenas 500 metros. Retroceder obligaba a pedalear cuesta arriba varios kilómetros. Y esa fatalidad les llevó irremediablemente a la muerte.

Esa es la hipótesis que a última hora de la tarde consideraban los investigadores de la trágica muerte en León de dos deportistas asturianos, el avilesino Daniel González Sanz, de 32 años, y el gijonés Miguel Ángel Rodríguez Pérez, de 64 años, según indicó el alcalde del municipio de Valdelugueros, Emilio Orejas. Los dos amigos, experimentados en muchos deportes, entre ellos la escalada, tenían la intención de atravesar el canal que une el río Curueño y el pantano del Porma: siete kilómetros de longitud en pendiente, en su mayoría subterráneos y que se utilizan como cauce de agua en épocas de lluvias o deshielo. "Es un desgraciado accidente fruto de una temeridad, del afán de aventura: no es ningún atajo, hay que hacerlo de forma consciente saltándose las vallas de protección", aseguró Orejas, incapaz de entender cómo los dos deportistas optaron por hacer ese trayecto.

Fuentes próximas a la familia del gijonés Miguel Ángel Rodríguez aseguraron que sus parientes más cercanos conocían su intención de realizar la peligrosa ruta subterránea y sabían del riesgo que entrañaba, ya que en periodos de lluvias recientes el nivel del agua podía alcanzar los dos metros de altura.

La familia de Miguel Ángel Rodríguez apenas podía dominar ayer el estupor de la repentina pérdida: "Era un gran amante de la montaña y del deporte, especialmente de la bicicleta", señalaba su hijo en el tanatorio de Cabueñes, adonde llegó la familia del fallecido gijonés acompañando el cadáver, al que se le practicó la autopsia en el Anatómico Forense de la provincia vecina.

"No sabemos qué pudo pasar, sólo pedimos que se respete el dolor de la familia porque estamos destrozados", indicaba ayer una cuñada del fallecido. Prejubilado desde hacía varios años de la empresa Monroe, quienes le conocieron trabajando en la planta gijonesa de amortiguadores señalaban que Miguel Ángel Rodríguez era un gran experto en montaña.

En Avilés, el dolor también tenía su eco por la pérdida de Daniel González Sanz, fallecido practicando una de sus pasiones: bicicleta de montaña. Sanz, conocido por los apodos del "Guate" y "Morito", vivía en Llaranes y era un avezado deportista: escalada, espeleología, montañismo y ciclismo eran sus amores. También era un joven con un elevado compromiso social y político. Estuvo vinculado al Partido Comunista y actualmente militaba en el Partido del Trabajo Democrático. "Era un tío comprometido, dispuesto siempre a colaborar con todo, un luchador", sentenció ayer un amigo de González Sanz. El fallecido disfrutaba del fin de semana en el pueblo del que era oriunda su familia: Tolibia de Arriba. Y había acudido acompañado de su amigo Miguel Ángel Rodríguez Pérez. Hasta la pequeña localidad leonesa se desplazaron ayer sus familiares, abatidos, y comunicaron a sus allegados la trágica noticia utilizando la red social Facebook: "Dani ha fallecido con su amigo de montaña en un accidente. Todo ha sucedido en León (...)".

Decenas de personas vinculadas a diferentes agrupaciones políticas de izquierda y deportistas mostraron su apoyo a la familia, muy conocida en Avilés, donde su único hermano tiene un céntrico comercio de reparación de calzado. Llaranes, donde residen los padres del joven, también se tiñó de luto ayer.

La incógnita era por qué habían optado por una aventura tan peligrosa. La inquietud se extendió cuando su familia perdió el contacto con ellos el pasado fin de semana y el desenlace se produjo la tarde del domingo, cuando un helicóptero localizó una bicicleta al final del canal subterráneo.

Según explicó el alcalde de Valdelugueros (los cadáveres fueron hallados en un punto entre esta localidad y Valdehuesa), el canal se emplea ocasionalmente para trasladar agua del río Curueño al pantano y aliviarlo de cauce. Se había utilizado para este fin días atrás, por lo que en el interior de la canalización había zonas con agua hasta una altura de dos metros. "Si al principio ya te encuentras agua, es que más adentro hay más", aseguraba uno de los vecinos de la localidad de Tolibia de Abajo. El suceso conmocionó a los habitantes de la pequeña localidad, que conocían a la familia de Daniel González, que ahora reside en Avilés. "No nos explicamos cómo decidieron meterse allá, porque a medida que vas más adentro el nivel del agua es mayor", explicó telefónicamente otro de los residentes en la localidad que ayer reconocía vivir una auténtica "conmoción" por la tragedia. Los restos mortales del gijonés serán incinerados hoy en Cabueñes; el avilesino reposará en la tierra leonesa de sus padres.