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Maestros y discípulos

Alejandro Huergo: "Hay que cuidar la trayectoria de los investigadores jóvenes"

Gustavo Díaz: "Existen menos becas y con menor dotación, pero si te enfrentas a los retos con ilusión los superas"

Alejandro Huergo: "Hay que cuidar la trayectoria de los investigadores jóvenes"

Alejandro Huergo y Gustavo Díaz comparten idéntico nivel de exigencia en su actividad profesional. El primero, catedrático de Derecho Administrativo por la Universidad de Oviedo inculcó a su discípulo, involucrado también en la docencia y la investigación, la necesidad de prepararse rápidamente para adaptarse a un mundo cambiante. Uno y otro coinciden -con veinte años de diferencia- en su paso por el Colegio España de Bolonia (Italia) donde se encontraron con el profesor Luciano Vandelli, uno de los referentes europeos en el mismo campo del Derecho que cultivan maestro y discípulo asturianos. "Si uno tiene iniciativa puede alcanzar lo que se proponga", apunta Huergo como una de las principales lecciones del profesor Vandelli.

Gustavo reconoce que cuando inició los estudios de Derecho "entré con la idea de realizar oposiciones a la judicatura pero surgió la posibilidad de realizar la tesis con Alejandro Huergo, fui su alumno y a partir de ahí opté por la carrera académica". La decisión tuvo sus frutos porque en noviembre de 2012 obtuvo una beca de investigación predoctoral del Ministerio de Educación y Ciencia y también la beca del Real Colegio de España en Bolonia. La tesis, dirigida por Huergo, fue leída en Bolonia en marzo del año pasado. "Para hacer carrera en la Universidad se te exige publicar y realizar estancias en el extranjero pero si disfrutas con ello se hace con mucho gusto, te enfrentas a los retos con ilusión", opina el discípulo. Su maestro, que vivió idéntica experiencia en el Colegio España de Bolonia reconoce que se trata de una gran oportunidad: "Tiene el interés de que te encuentras inmerso en un ambiente cultural riquísimo". A aquella estancia le siguió otra etapa en la Universidad de Munich (Ludwig-Maximilians-Universität), primero por dos meses, en el verano de 1995 y después durante y los cursos académicos 1997-98 y 1998-99. De ahí, que en el grupo de investigación de la Universidad de Oviedo compartan ahora "cierta vocación alemana". Los contactos surgidos entonces desembocaron en nuevos proyectos de investigación y Alejandro Huergo, hoy con más de diez años de experiencia en el ejercicio profesional de la abogacía en el campo del Derecho Administrativo, se convirtió también en el primer jurista español que accedía a una beca postdoctoral "Marie Curie" de la Comisión Europea.

Dice el maestro que la suya "no es una actividad fácil ni difícil; tienes modelos de gente maravillosa y resulta ser enormemente formativo. Comprendo que los más jóvenes tienen bastantes dificultades para acceder pero este es un trabajo que no desgasta si te gusta". Gustavo reconoce que para las nuevas generaciones sí es cierto que "existen menos becas y con menor dotación" lo que redunda también en menos fondos para investigación. El grupo de Derecho Administrativo fue el único que obtuvo financiación del Principado el año pasado, dentro de una propuesta conjunta con Derecho Financiero que coordinaba el profesor Pedreira.

Pese a todo, entre los más experimentados del grupo existe cierto lamento acerca del impulso que tienen los programas para dar "formación puntual en los inicios", en las primeras etapas del incipiente personal investigador en lugar de dar la oportunidad a "trayectorias jóvenes como la de Gustavo". El joven, que finalizó los estudios de Derecho en la Universidad de Oviedo en 2011, trata de hacerse ahora un hueco en la docencia tras haber completado su tesis sobre el principio de reserva de ley y la transposición de las directivas europeas en el ordenamiento nacional, a la que ha incorporado diversos aspectos de Derecho comparado tras la realización de una estancia de investigación postdoctoral en la Universidad de Constanza. El maestro considera "un despilfarro" que a personas como Gustavo no se les dé continuidad en la carrera docente e investigadora. "Durante un tiempo la Universidad tuvo plantillas expansivas y ahora ha cambiado, pero una persona que vale sale adelante", opina Huergo, confiado en un excelente futuro profesional para su discípulo. No obstante, lanza un aviso para navegantes: "Hay que cuidar la trayectoria de investigadores jóvenes y evitar cubrir la docencia con asociados".

El trabajo de su tesis doctoral, recuerda Gustavo, se enmara en contexto que comienza a utilizarse en litigios recientes. ¿La razón? "Existe una cierta inseguridad jurídica, falta una solución general establecida por el Tribunal Constitucional o por el Supremo", indica. Su maestro realiza un apunte más: "Hoy, si quieres influir en las normas, hay que influir desde Bruselas. Para la protección del ciudadano hay que estar en la Unión Europea". Y añade que los tribunales españoles deben ser conscientes de que cualquier ley puede quedar invalidada por ser contraria a derecho comunitario. De vuelta a nuestro país y ante la situación de indefinición política ante la nueva convocatoria de elecciones generales Huergo recuerda que esa realidad "a determinados niveles es mala porque retrasa inversiones. Pero son ciclos. No hay que exagerar la importancia de lo que hace la Administración. Lo negativo es el retraso de inversiones privadas si se perciben más inseguridades".

Sobre la litigiosidad en España, el catedrático de Derecho Administrativo no aprecia diferencias respecto a otros países. En general, dice, ha decrecido porque la gente no tiene dinero para litigar. "Y hay muchos derechos que no se protegen porque la gente no acude a los juzgados". En Asturias, agrega, "tenemos una litigiosidad normal y un funcionamiento razonable de los tribunales".

Gustavo vuelve la vista hacia la Universidad para revisar el sistema "Bolonia". A su juicio, para los estudios de Derecho ha sido "malo" porque "los contenidos de las asignaturas se redujeron a la mitad por la duración de los grados" y eso, opina, "afecta a la formación del alumno. Por ejemplo, la división entre grado y máster es perjudicial porque reduce contenidos" frente a otras dinámicas académicas como en EE UU donde la formación jurídica es en buena medida una formación de máster. "La reforma se tradujo en un pérdida de la oportunidad de reflexionar sobre muchos conceptos".

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