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La materia gris más rentable

La alta capacitación, la organización en pequeños grupos y las relaciones con la empresa sitúan a los departamentos de Bioquímica, Geología y Construcción como los principales conseguidores de proyectos y fondos de investigación

La materia gris más rentable LNE

La Universidad de Oviedo tiene un filón en las investigaciones relacionadas con el subsuelo. Pero también en todo lo relacionado con las ciencias de la vida. Los departamentos de Geología y Prospección de Minas acapararon uno de cada cuatro de los 355 contratos firmados por la institución académica con empresas privadas y administraciones públicas en 2015, según datos los datos de la memoria anual de su Fundación (FUO), el organismo encargado de canalizar este tipo de acuerdos. Otro ejemplo de la rentabilidad de la materia gris asturiana es el departamento de Bioquímica, que el año pasado movió 521.222 euros para cinco proyectos. Geología y Minas consiguieron 855.477 euros para 92 proyectos. La cifra para estos dos últimos departamentos es, no obstante, sensiblemente más baja a lo conseguido en ejercicio precedente cuanto lograron 1.024.310 euros de 81 proyectos.

Carlos Suárez, director del departamento de Geología, recuerda que su condición de excelencia ya viene de antiguo. "Existe una relación potente con empresas y administraciones", explica. Solo el año pasado movieron 477.255 euros para 40 proyectos. El mérito es doble habida cuenta del personal disponible: medio centenar de docentes contratados a tiempo completo y una treintena de becarios en el mejor de los casos. "Somos poca gente para la cantidad de proyectos que movemos", argumenta Suárez. Su éxito radica en la organización. Sus 53 profesores se distribuyen en nueve grupos especializados. El de Geocantábrica, coordinado por Sergio Llana, es uno de los más potentes. Surgió fruto del interés de sus integrantes en el estudio de los procesos geológicos modeladores del relieve de la cordillera Cantábrica. En la actualidad el departamento está inmerso en nueve proyectos nacionales y autonómicos y uno más de ámbito europeo. El "bajón" detectado en la minería y la construcción lo contrarrestan con novedosas líneas de investigación como la del profesor Javier Álvarez Pulgar sobre microsismicidad en el País Vasco. "También trabajamos con el Adif y en Alta Velocidad".

Especialmente llamativo es el caso de Bioquímica y Biología Molecular, el departamento que más fondos captó en 2015 para desarrollar proyectos destinados al sector privado (521.222 euros), a pesar de que tan sólo firmó cinco. Un año antes, sumaban 221.546 euros para tres proyectos. El elevado coste de las investigaciones de esta especialidad explica la disonancia entre el importe de los trabajos y su número. Su director, el catedrático Pedro Sánchez Lazo argumenta que tienen "gente muy buena con Otín a la cabeza" aunque, en conjunto, "los recursos son bastante menos que hace unos años; mucha gente se ha ido". Actualmente suman un centenar pero lamentan la política que se sigue: "va contra lo que se cultivó antes de la crisis".

El hecho de que en los últimos tiempos se dé prioridad a los grandes grupos implica que en ocasiones se produzcan "fusiones artificiales" que, a juicio de Lazo, repercuten en una falta de coherencia en algunos proyectos. "En grupos pequeños, con financiación más reducida, esa situación resulta crítica", apunta. El director del departamento añade una queja más: la burocracia administrativa fruto de lo que llaman el "efecto Renedo" que obliga a "justificar algo que costó menos de 30 euros; la normativa es muy estricta", insiste Lazo quien aporta también la vertiente positiva de la investigación: "nos mantienen las ganas".

En el departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación, con sede en el campus gijonés, su directora Rocío Fernández describe una realidad que también les ha llevado a los puestos de cabeza en investigación. "Somos un departamento muy grande, con seis áreas de conocimiento, 84 personas, y todos trabajan con el sector privado". Instalaciones singulares como un banco de ensayos de uniones estructurales para el CIDECT (Comité International pour le Developpement et L'Etude de la Construction Tubulaire), desarrollos de equipamiento médico basados en tecnologías de impresión 3D o estudios para mejorar la vida a fatiga de los cigüeñales para el mayor fabricante de Europa son solo algunos ejemplos de su excelencia.

En 2015 consiguieron 438.755 euros para 46 proyectos. Otra de sus virtudes, según Fernández, es el número de patentes conseguidas, donde ocupa una posición muy meritoria el actual vicerrectora de Organización Académica, Juanjo del Coz. "El nuestro es un ámbito de trabajo muy amplio que está muy ligado a la empresa", continúa Rocío Fernández quien pese al "pinchazo" de los últimos años -en 2014 tenían 740.996 euros para 64 proyectos- sí reconoce que "parece que empieza a abrirse el horizonte en los proyectos con empresas" que son los que les garantizan la financiación de nuevos equipamientos.

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