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Los insectos australianos ya están en los pomares, pero el sector no aprecia daños

El Serida comprueba que estas especies ligadas a los eucaliptos pueden adquirir el fitoplasma, aunque se desconoce si transmiten la enfermedad

Los cosecheros de manzana de Asturias han comprobado la presencia en sus pomaradas de dos insectos de origen australiano que hasta ahora solo se alimentaban y vivían de los eucaliptos -el "Ctenarytaina eucalypti" y el "Ctenarytaina spatulata"- pero aseguran que, hasta el momento, no han ocasionado daños ni transmitido enfermedades como la fitoplasmosis a los frutales. Lo confirma Jorge García, director del área de producción vegetal de Campoastur, la cooperativa que ha sucedido a la extinta asociación de cosecheros de la región. "Por el momento, no hay demasiados ejemplares y tampoco hay constancia de que hayan generado efectos negativos", afirma.

El descubrimiento del "Ctenarytaina eucalypti" y del "Ctenarytaina spatulata" en las pomaradas se produjo en el transcurso de una investigación del Serida sobre los insectos transmisores de la fitoplasmosis, una enfermedad que también se denomina proliferación del manzano. Aunque los primeros indicios de su presencia en España se remontan a 1972, nunca se los había encontrado en pomares. Según los investigadores, la hasta ahora desconocida migración puede obedecer a un incremento notable de la población de estos insectos o a que un eucalipto deja de emitir brotes, lo que empeora la calidad del alimento y provoca un proceso de dispersión de ejemplares hacia diferentes tipos de plantas de las inmediaciones.

El riesgo como plaga de estos insectos es considerado "bajo" por los expertos del Serida, pero sí que supondrían una amenaza para las pomaradas en el caso de que se comprobase que son capaces de completar todo su ciclo vital en los manzanos -lo que generaría un notable incremento de las colonias-, o que transmiten enfermedades como la fitoplasmosis.

El estudio del Serida se desarrolló en cinco pomaradas, de Colunga, Nava, Siero y Villaviciosa, entre febrero de 2011 y diciembre de 2012. En ese periodo, se recogieron 291 ejemplares adultos de "Spatula" y cien de "Eucalypti", con presencia de ambas especies en cada una de las plantaciones analizadas, una de ellas ubicada a tres kilómetros y medio de distancia del eucalipto más cercano, y durante todo el año, con "picos" poblaciones en primavera y otoño. Estos datos permiten concluir a los investigadores que el trasvase de los insectos australianos a las pomaradas de la región no puede considerarse una simple anécdota.

"Nuestros resultados sugieren que ambas especies de 'Ctenarytaina' pueden adquirir el fitoplasma de los manzanos, pero ello no significa necesariamente que puedan transmitirlo", concluyen Marcos Miñarro, Aitor Somoano y Rocío Rosa García, firmantes del estudio, quienes ven necesarias "pruebas experimentales de transmisión" para comprobar si estos insectos son realmente potenciales vectores del fitoplasma.

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