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Pedro Sabando | Exdiputado, exsenador y exconsejero de Salud de la Comunidad de Madrid

"Hace falta una nueva ley general de Sanidad que aborde los problemas actuales"

Pedro Sabando, ayer, en Gijón. Marcos León

Pedro Sabando (Gijón, 1941) fue protagonista ayer en su ciudad natal, y muy cerca del barrio en el que se crió, El Natahoyo. El exdiputado socialista, pieza clave en la redacción de la ley general de Sanidad cuando presidía el país Felipe González, protagonizó ayer junto a Vicente Álvarez Areces, expresidente del Principado, y Francisco del Busto, consejero de Sanidad del Principado, una conferencia en La Calzada en ocasión de los treinta años de la citada ley general de Sanidad.

-Treinta años. ¿Qué balance hace de la ley?

-Muy positivo. La ley general de Sanidad fue la que, recogiendo acontecimientos históricos que se habían producido en España, ha hecho posible que se desarrollara un sistema sanitario potente. De hecho, ha cambiado la realidad sanitaria de España, que en este momento es importante, significativa y es referida como un modelo en el mundo entero.

-¿Presumimos con razón de tener uno de los mejores sistemas sanitarios?

-Creo que sí. La ley general de Sanidad se está haciendo vieja, como es lógico en una ley que lleva tantos años. Pero lo que recoge es un modelo de organización sanitaria concordante con la Constitución Española, pero que en buena medida es una reproducción aplicada a España de lo que era el servicio nacional de salud inglés, que en su momento fue el mejor del mundo y el que cambió las referencias globales. En este sentido, en España hemos avanzado de una manera diferenciada, porque la ley general, vituperada por unos y adorada por otros en sus comienzos, pasados los años es reconocida por todo el arco parlamentario.

-¿Sigue estando a tan alto nivel el sistema sanitario?

-El sistema sanitario español tiene algunos desflecamientos, sobre todo en materia de coordinación sanitaria. Habría que dotar de competencias más importantes al Consejo Interterritorial de Salud para evitar disfunciones en los 17 sistemas españoles.

-¿Hay exceso de descentralización?

-No, no. La descentralización es positiva en cuanto a que las instituciones están más cerca del ciudadano. Pero hay que conjugar ese hecho con que esas instituciones estén adecuadamente coordinadas, para evitar duplicidades y que se produzcan situaciones en las que no se saca suficiente partido. Por ejemplo, instalaciones muy sofisticadas que no tienen un número de enfermos suficientes para ser rentables sanitaria y científicamente.

-Se ha criticado mucho la política sanitaria del PP. ¿Está en riesgo el sistema público?

-Alianza Popular decía, cuando estábamos haciendo la ley general de Sanidad, que iba a derogarla cuando llegara al poder. Sin embargo, el ministro Romay lo que hizo fue impulsar una comisión de optimización de los recursos, que ha llevado su nombre, para mejorar la aplicación de los recursos. En ese momento Romay aceptó como bueno y adecuado el modelo que nosotros habíamos instalado.

-Sí, pero en la actualidad se acusa al PP de recortes.

-Más allá de las políticas concretas de los partidos, hay en torno al sistema sanitario intereses económicos que están presionando. Me parece que todos los partidos están entendiendo perfectamente lo que significa un sistema público de salud potente. Todos lo entienden. Lo que pasa es que hay nichos y posibilidades de mercado dentro del propio sistema y grupos económicos potentes quieren coger espacio.

-¿Está pasando en Madrid?

-De alguna manera. Pero hablando de la ley general y de estos problemas, me parece que en la situación actual el sistema sanitario público está sufriendo una especie de desflecamiento por falta de coordinación. Y frente a ese desflecamiento, manteniendo los conceptos claros, procede desarrollar una ley general de sanidad del siglo XXI que aborde los problemas actuales, distintos de los que existían cuando nosotros hicimos la ley.

-¿Hay que renovarla?

-Hacer una nueva ley, que desde la realidad de las transferencias de los recursos sanitarios a todas las comunidades autónomas, establezca un nuevo escenario, con un Consejo Interterritorial dotado de unas competencias muy específicas, y clave para evitar ese desflecamiento.

-Hay un envejecimiento de la población y poca natalidad. ¿Es el sistema sostenible?

-Los demógrafos repiten que esa pirámide etaria puede poner en cuestión el sistema sanitario. Me parece que no, que lo que puede ponerlo en cuestión es que se produzca un desgarramiento por falta de coordinación y por falta de unas normas que respondan a los problemas actuales. Con una nueva ley deberíamos además dar a conocer a los ciudadanos lo que es el sistema, que todos y cada uno de los ciudadanos sepan que no cae del cielo como el maná, sino que es cuestión de todos conservarlo bien, no sólo de médicos o políticos sanitarios.

-Hay cierta conflictividad con el personal sanitario. ¿Está bien pagado en España?

-El personal sanitario en Estados Unidos gana mucho más, pero hay un sistema mucho más injusto. Ni por asomo pueden pensar en la universalidad. Me parece que los médicos, la enfermería y el resto del personal sanitario son la pieza clave de nuestro sistema. Hay que buscar unas coordenadas de remuneración y entendimiento con ellos para que no se produzca un descuelgue. De la misma manera que los ciudadanos tienen que entender lo que es el sistema, quienes trabajan o hemos trabajado en él deben saber que son la clave, su piedra angular. Lo cual no quiere decir que se les tome el pelo, hay que respetarles como piedra angular que son.

-Hablemos del PSOE. ¿Ve factible el "manido" sorpasso de la coalición Podemos-IU?

-No lo sé. Lo que sé es que nosotros hemos hecho cosas. Los que hablan tanto de ir haciendo cosas, que las hagan y ya hablaremos dentro de unos años. Nosotros ahí tenemos una ley general de Sanidad; la construcción, desarrollo y reforma de la atención primaria; y todo lo que hicimos en salud mental. Eso del sorpasso me suena a eslogan. Los ciudadanos dirán. Pero en esto de la política el primer mandamiento debería ser la humildad: para nosotros, que somos un partido de muchos años de existencia; y humildad para los recién llegados, porque no hay milagros, las cosas hay que conseguirlas poco a poco y día a día.

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