Tres son los objetivos de la primera de las iniciativas del equipo rectoral en materia de profesorado y que pasa por dar autorización académica para que investigadores en la etapa predoctoral y los ya doctores puedan impartir docencia. Se trataría de avanzar en el rejuvenecimiento de la plantilla, resolver el problema de sobrecarga docente de algunas áreas de conocimiento además de adquirir méritos para que en el futuro estas personas pueda acreditarse. Apoyándose en la ley de Ciencia y Tecnología, el nuevo vicerrector de Organización Académica, Juan José del Coz, explica que existe la posibilidad de establecer contratos predoctorales que vendrían a respaldar a los profesores titulares en ámbitos donde es necesario un apoyo extra. "No es docencia real sino un soporte en determinados ámbitos", aclara Del Coz. Esos contratos tendrían una duración mínima de un año y un máximo de cuatro. Sus condiciones económicas se encuentran a expensas todavía de que la Universidad de Oviedo y la comunidad autónoma las desarrollen. "Está orientado a aquellas personas que han acabado el ciclo como estudiantes y quieren quedarse en la Universidad, que tienen inquietudes académicas e investigadoras", continúa el vicerrector.
Quienes que ya son doctores podrían impartir hasta 80 horas por año, con idéntico contrato que los predoctorales, de una duración mínima de un año y máximo de cuatro. "Sería homologable al profesor ayudante", indica Del Coz con salvedad de que en esta nueva figura que se crearía en la Universidad de Oviedo -en base a los principios de la ley de la Ciencia- los contratados tendrían que ser ya doctores mientras el ayudante actual no lo es. Sería, explica el vicerrector del área, un contrato de acceso al sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación. Según Del Coz este tipo de vinculación laboral tiene la ventaja de que a partir del segundo año se puede someter a evaluación su actividad investigadora. Bajo este tipo de contrato podrían acogerse todos aquellos que ya han leído su tesis, "son doctores, han realizado una estancia internacional y quieren introducirse en el sistema universitario español y quieren seguir dando clase".
Por su parte, el contrato predoctoral requiere de "venia docendi" -una autorización académica de carácter administrativo, necesaria para impartir docencia en títulos oficiales para quien no la tenga reconocida por ley- para que puedan impartir hasta 60 horas máximo por curso académico, vinculadas siempre a prácticas y sesiones de laboratorio, no clases teóricas. "Se trata de una ayuda para el profesor y para que el estudiante pueda tener méritos de docencia cuando sea doctor", prosigue Del Coz, quien recordó de los 38 departamentos de la Universidad de Oviedo 11 de ellos presentan sobrecarga docente. Para atender esa demanda en el próximo Consejo de Gobierno se llevará una propuesta de plazas en aquellas áreas donde existe una necesidad de refuerzo.
Se trabajará, explica Juan José del Coz, fundamentalmente sobre lo ya desarrollado por el equipo saliente "que vamos a tratar de cumplir para que ningún departamento quede por encima del 100% de docencia", explica el nuevo vicerrector. De esas áreas con mayor sobrecarga docente se encuentran las de Ciencias de los Materiales, Fisiología Vegetal, Urología, Educación Física y Deportiva, Mecánica de Fluidos, Filología Italiana, Filosofía Moral, Historia Contemporánea, Ingeniería Química, Ingeniería Telemática y Medicina Preventiva, según el último informe de carga y capacidad por áreas.
