El túnel alpino de San Gotardo, "hermano mayor" del de Pajares, fue inaugurado ayer como el paso subterráneo para ferrocarriles más largo y profundo del mundo. Sus 57,1 kilómetros de longitud total y 2.300 metros de profundidad máxima superan con amplitud los 26,4 kilómetros del trazado astur-leonés de la Variante, que pasa a mil metros de la superficie en su tramo más profundo y que será el sexto más largo del planeta una vez que entre en servicio.

El nuevo túnel alpino permite una conexión directa entre Zurich y Milán, reduciendo el tiempo de viaje entre ambas ciudades de cuatro a dos horas y media. Los trabajos se desarrollaron durante 17 años, aunque la excavación propiamente dicha se ejecutó de 2003 a 2010, un periodo ligeramente superior a los cinco años que ocupó la perforación de la Variante (2005-2009).

La inauguración del paso de San Gotardo reunió ayer en los Alpes a los presidentes de Suiza, Alemania, Italia y Francia. El túnel permanecerá en pruebas hasta el 11 de diciembre, cuando está previsto que se inicie su explotación comercial con una circulación diaria estimada en 325 trenes, de los que 260 serán de mercancías y 65 de pasajeros. Los convoyes de viajeros circularán bajo tierra a una velocidad media de 200 kilómetros por hora, aunque podrán llegar a los 250, y los de carga lo harán a 160 por hora.