"Éste es un premio otorgado por asturianos a asturianos, y eso tiene mucho valor en una tierra donde a veces hay mucho papanatismo" y no se valora lo que tenemos. "Vamos al último pueblo de Siberia a buscar gente para llevar a cabo proyectos" cuando las potencialidades de esta región son inmensas.

El artista José Manuel Legazpi (Bres, Taramundi, 1943) recibió ayer con emoción el galardón que le acredita como "Asturiano del mes" de febrero, por una trayectoria que la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, calificó de "larga, comprometida, compleja y diversa".

"Parte de la casa"

Fue un acto especial. Legazpi es el autor de la estela de bronce que desde hace veinte años entrega este periódico a los "Asturianos del mes". Ayer puso en marcha su sentido del humor cuando recogió esa estela que salió del "horno" de su espíritu creativo: "¡Tengo una escultura de Legazpi, es todo un honor!", exclamó. Y ahora, además, la tendrá en casa "consagrada con todos los sacramentos y llena de simbología".

José Manuel Legazpi estuvo acompañado en el acto de entrega por su esposa, Alicia Fuenteseca, por su hijo Diego y por las profesoras de la Universidad de Oviedo Soledad Álvarez y Ana Fernández, organizadoras de la reciente exposición de Legazpi en Oviedo. Una muestra, sólida e impactante, titulada "Bily Conejo" y que suponía la vuelta oficial de Legazpi a la capital asturiana después de tres décadas.

"Me siento parte de esta casa", señaló José Manuel Legazpi, quien recordó aquel encargo de LA NUEVA ESPAÑA para buscar un símbolo de reconocimiento y prestigio a los galardonados. "Un encargo que me llenó de satisfacción". La estela es monumento para el recuerdo de quienes merecen ser recordados y ha sido entregada a más de doscientos asturianos de nacimiento o adopción, personas y entidades de los más variados campos de la actividad y el saber.

De artista a artista

Legazpi ya tiene la suya. Ayer contó, a modo de anécdota, que la frase hay que recogerla de modo literal: "Yo suelo quedarme con la matriz de madera de mis obras, pero no fue éste el caso, así que me quedé sin ninguna en casa". Hasta ayer.

El artista, nacido en Taramundi, criado en Vegadeo y recalado en San Esteban de la Doriga (Salas), quedó seducido con la caricatura enmarcada, obra de Pablo García, ilustrador de LA NUEVA ESPAÑA, y que forma parte de los atributos del premio.

"A Pablo García le sigo por su trabajo en el periódico. Me parece un gran fisonomista, un gran dibujante, objetivo y elegante". Juicio de alguien que sabe mucho de arte. Ayer, ambos tuvieron ocasión de conocerse personalmente.

José Manuel Legapzi dio las gracias a Soledad Álvarez y a Ana Fernández por su esfuerzo de organización de la reciente exposición en la sala de la Universidad de Oviedo. Una muestra que sirvió al periódico para otorgar el título de "Asturiano del mes" a uno de los artistas más coherentes del rico y amplio panorama asturiano.

Legazpi reivindicó en sus palabras de agradecimiento la asturianía de las "tierras de frontera" en referencia al Occidente de la región: "Por ser del borde somos más acérrimos en la defensa de nuestros caracteres".