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Aire asturiano en los Alpes

La firma gijonesa Zitron puso la ventilación en la excavación del túnel suizo de San Gotardo, el más largo y difícil de ejecutar del mundo, abierto esta semana

Aire asturiano en los Alpes

Asturias puso los pulmones para que las tuneladoras pudieran excavar el paso alpino de San Gotardo, inaugurado esta semana con el privilegio de ser el más largo del mundo. La empresa Zitron, con sede en Gijón, se encargó de la ventilación durante la fase de perforación del gran túnel suizo, que, con sus 57 kilómetros de longitud, supuso uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado la ingeniería europea hasta la fecha.

"Pusimos el aire asturiano en los Alpes", afirma Pedro Quirós, director de marketing de Zitron, una de las compañías asturianas de mayor proyección internacional. Su gerente, Antonio Fernández-Escandón, fue galardonado con el "Asturiano del mes" de junio de 2013 por LA NUEVA ESPAÑA, en atención a la habilidad para buscar nuevos nichos de mercado en el extranjero para una empresa que nació ligada a la minería, pero que ha sabido diversificarse hasta convertirse en un referente mundial en la ventilación de túneles.

El paso de San Gotardo supuso un reto para los ingenieros que dirigieron la obra y también para los técnicos de la empresa asturiana. El túnel mide 57 kilómetros -más del doble que los 24,6 kilómetros del tubo central de la Variante- y discurre a una profundidad de 2.300 metros. Los operarios tuvieron que soportar temperaturas de hasta 50 grados centígrados en las entrañas de los Alpes, lo que da una idea de la relevancia de los sistemas de ventilación en una obra ejecutada con el apoyo de enormes tuneladoras, tan largas como cuatro campos de fútbol.

La construcción del túnel, que costó 11.000 millones de euros, fue decidida por la ciudadanía suiza mediante un referéndum. Permite reducir en más de una hora el tiempo de viaje de Zurich a Milán y resulta muy importante para la mejora de las conexiones ferroviarias de mercancías entre el Norte y el Sur de Europa.

Las cifras de San Gotardo son espectaculares. En las obras trabajaron cerca de 2.500 operarios, a tras turnos y los siete días de la semana. En los tajos se encontraron con un problema de filtraciones de agua de mayor entidad que el de los túneles de Pajares. Prueba de ello es que los pasos suizos han sido inaugurados pese a que de su interior brotan 1.800 litros de agua por segundo, un caudal que deja en casi nada los 325 litros por segundo que salen del túnel de la Cordillera.

Las máquinas y los trabajadores colocaron 530.000 dovelas individuales en unos pasos que tardaron ocho años en calarse. Las labores de perforación de la montaña arrancaron en 2003 y concluyeron en 2010.

Además de en un centenar de estaciones de la red de metro de Madrid o en el túnel germano de Rennsteig, los ventiladores de Zitron están instalados en los pasos ferroviarios del Guadarrama, en el tramo de AVE Valladolid-Madrid por el que circulan los Alvia de Asturias que van a la capital de España. Se trata de un sistema como el que, según los expertos, necesita la variante de Pajares para contar con una ventilación adecuada, una vez comprobado que el proyecto con el que estaba trabajando el Adif va a ser cambiado porque era el propio de un metro y no de un gran túnel.

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