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Las comunicaciones de la región

El tiempo de viaje de los Alvia a Madrid se reducirá un cuarto de hora tras el verano

El Adif prueba ya entre León y Valladolid el sistema de seguridad propio del AVE, que permite elevar la velocidad del tren de 200 a 250 km/h

El tiempo de viaje en tren de Asturias a Madrid se acortará en unos quince minutos tras el verano, una vez que entre en servicio el sistema de seguridad específico de AVE (ERTMS) en el tramo de Alta Velocidad que va de León a Valladolid. El Adif inauguró ese trazado por la Meseta -de 169 kilómetros de longitud- con un equipamiento de control de la circulación menos exigente, el denominado ASFA, que limita la velocidad de los Alvia de la línea Gijón-Madrid a 200 kilómetros por hora. Ahora, los técnicos del administrador ferroviario han iniciado ya las pruebas para activar el RTMS y una vez que entre en servicio -de forma paulatina a partir del próximo septiembre- los trenes de Asturias podrán alcanzar los 250 kilómetros por hora entre León y Valladolid, la misma velocidad a la que transitan ya desde la capital pucelana a Madrid. En tiempos de viaje, el recorte estará en torno al cuarto de hora, con lo que los convoyes sin paradas intermedias recorrerán el trayecto entre Oviedo y Chamartín en 3.45 horas, y desde Gijón en cuatro horas y diez minutos.

En el caso de los AVE "puros" de la línea de León a Madrid, la instalación del ERTMS supondrá que la velocidad de los trenes hasta Valladolid vaya a pasar de los actuales 200 kilómetros por hora a más de 350 cuando se complete el cambio del sistema de seguridad en todo el tendido. En consecuencia, el tiempo de viaje en este tramo bajará de 126 a 105 minutos.

Pese a estos avances en la Meseta, la competitividad del tren para el desplazamiento a Madrid sigue lastrada por el retraso en la entrada en servicio de la variante de Pajares, que, según los expertos, no está en condiciones de abrir al tráfico hasta 2018. El viaje de Gijón a León ocupa todavía hoy dos horas y media, más que el resto del trayecto hasta la terminal de Chamartín, con una velocidad media que no llega ni a los 70 kilómetros por hora.

Además, el "fondo de saco" de la estación de León hace que los trenes de Asturias circulen con los pasajeros sentados en el sentido contrario al de la marcha desde Gijón a la capital de la provincia vecina, con el objetivo de evitar una serie de maniobras de entrada y salida en una terminal en la que los convoyes pierden veinte minutos de media. Esta decisión de Renfe ha recibido numerosas críticas de pasajeros, por las incomodidades que les causa viajar así por un trazado tan sinuoso como el paso de Pajares.

El Ministerio de Fomento, a través de la sociedad Adif Alta Velocidad, adjudicó el pasado 1 de abril a la empresa Copasa la primera fase del proyecto de integración del AVE en León, actuación en la que se incluye la solución al "fondo de saco". El contrato es de 24,8 millones de euros, la mitad del presupuesto base de licitación. Según indicó la semana pasada el presidente del Adif, Gonzalo Ferre, "en breve" se firmará el acta de replanteo y podrán dar comienzo los trabajos.

El proyecto consiste en ampliar la estación actual en unos 450 metros cuadrados, para la construcción de andenes soterrados como los de la estación de Llamaquique (Oviedo) con dos vías pasantes para la circulación de los trenes del Principado. Además, incluye un trazado bajo tierra de medio kilómetro de longitud, que permitirá atravesar el tramo que quedó fuera de servicio y sin tendido ferroviario cuando se procedió a la erradicación del paso a nivel de El Crucero. El plazo de ejecución es de doce meses.

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