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El Arzobispado planea reabrir con monjas de clausura el monasterio de Valdediós

Las religiosas, cuya edad ronda la treintena, proyectan instalarse en verano en el cenobio de Villaviciosa, que quedó sin moradores hace cuatro años

Turistas en el claustro del monasterio de Valdediós. MARIOLA MENÉNDEZ

Monjas de clausura serán las próximas moradoras del monasterio de Valdediós, en Villaviciosa. El cenobio proyecta reabrir sus puertas a nuevos inquilinos el próximo verano, después de quedarse vacío en 2012, cuando los monjes de la orden de San Juan lo abandonaron. Desde entonces, el edificio no está habitado -con la única presencia de turistas durante las visitas guiadas- para desesperación de los maliayeses, que en muchas ocasiones han mostrado su disgusto por los problemas del Arzobispado de Oviedo para encontrar una orden que quisiera instalarse en el monasterio.

De ahí, que los responsables de la Iglesia asturiana estén llevando el asunto con bastante sigilo, discreción y celeridad, aunque parece ser que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ya firmó en mayo un convenio con estas religiosas. No es de extrañar esta cautela, pues no sería la primera vez que se acaba estropeando un proyecto para devolver la vida monástica al cenobio como ocurrió con unos monjes cistercienses, que finalmente declinaron instalarse en Valdediós, y tras llamar a numerosas puertas.

Pero ahora todo parece indicar que se ha puesto fin al problema. Según ha podido saber este periódico, el Arzobispado está en conversaciones con las religiosas, que rondan la treintena, pues la media de edad es de unos 32 años. Es una buena noticia porque precisamente uno de los problemas para encontrar una orden para Valdediós es el envejecimiento de la mayoría de las comunidades y la falta de vocaciones. Estas monjas son de clausura, otra buena noticia porque el carácter pastoral de la comunidad de San Juan fue uno de los inconvenientes para que pudieran encontrar un buen acomodo en Valdediós, como vaticinaron en su momento algunas voces, que no se equivocaron.

Las negociaciones con estas religiosas están bastante avanzadas y se iniciaron hace ya unos meses. Todo indica que éstas se instalarán en el verano en el cenobio maliayés, que tantos años lleva sin estar ocupado.

En la historia reciente, será la tercera orden que se instale en Valdediós. Primero ya lo hizo la comunidad de San Juan, que a su vez relevaron a los monjes cistercienses, que dedicaron años de trabajo duro para rehalibitar el monasterio y lograron reunir una importante biblioteca. Se fueron del monasterio maliayés en medio de gran polémica, pues en Villaviciosa nadie compartió la decisión que tomó el entonces arzobispo, Carlos Osoro, y siguen sin aprobarla. Detrás hubo ciertas diferencias con el prior de la orden, Jorge Gilbert.

Los hermanos de la comunidad de San Juan llegaron en medio del revuelo y aguantaron poco más de tres años. Decidieron irse, principalmente, al considerar que las instalaciones no son acordes al tipo de labor que desempeña su comunidad. También se encargaron de la pastoral universitaria, por lo que vivir en Valdediós no les facilitaba los desplazamiento a Oviedo. Por lo que los religiosos quisieron buscar un emplazamiento más cerca de la ciudad, ya que así lo requiere el querer vivir más el carisma apostólico, que es propio en estos hermanos. La situación ahora es muy diferente, la llegada de nuevos moradores es la noticia más esperada en Valdediós en los últimos cuatro años y más si es una orden religiosa que pueda devolver la vida monástica para la que el monasterio fue fundado. Pero además, se temía que al estar deshabitado, el edificio, que tanto esfuerzo costó rehabilitar, se acabara deteriorando de nuevo.

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