Los diez primeros puestos de la prueba asturiana de acceso a la Universidad (PAU) están copados por alumnos de lo más variopinto de Oviedo, Gijón y Avilés. Mientras algunos confiesan que lo suyo es hincar los codos, otros dicen que aprovechan las clases al máximo para estudiar lo necesario. Su común denominador es una nota superior al 9 que en el caso de la primera de la lista roza el 10. Además, la mayoría procede de bachilleratos de Ciencias y se decanta por estudiar una carrera similar; desde Medicina o Ingeniería Biomédica hasta el doble grado de Matemáticas y Física, pasando por Nanociencia.

El 9,9 de Claudia Viescas Huerta la coloca a un paso de la perfección en la PAU y le abre de par en par las puertas para estudiar Medicina en la Universidad Complutense de Madrid.

Estudió en el colegio internacional Meres, donde hizo Bachillerato por la rama biosanitaria con la mente puesta en su futuro. Y es que siempre tuvo claro que quería ser médica, a ser posible cirujana cardiotorácica o de atención primaria. "Ahora me voy de Interrail por Europa con mis amigas antes de empezar en la Facultad", explica la joven, que ya ha elegido el colegio mayor.

Los ovetenses Alicia Oliveira y Pablo Ruiz de la Peña son novios y se conocieron "en la academia de chino". Ella estudió en las Teresianas, tiene la segunda mejor nota (9,864) y quiere hacer el doble grado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho. Él fue al Instituto de Pando, ocupa el sexto lugar (9,814) y hará Economía Bilingüe. Alicia ha dedicado mucho tiempo al estudio, pero él asegura que no ha pasado más de una hora seguida estudiando: "A mí me sirve con asistir a clase, hacer preguntas...".

Patricia Aguilar, del Instituto Aramo de Oviedo, es la tercera en el "top ten" (9,85). Todavía no tiene claro lo que quiere estudiar, aunque la opción que más le gusta es Nanociencia en Barcelona.

Sergio Junquera sacó un 9,85 y lo bordó en Inglés, Tecnología Industrial, Matemáticas y Física. Este gijonés del IES Rosario de Acuña se esperaba más difícil la prueba y hará el grado de Física y Matemáticas. No obstante, critica la PAU. "Es injusto que en ella te juegues tanta nota".

La carbayona Celia Fernández Brillet acaba de recoger el fruto de su esfuerzo. Su 9,85 es el resultado de duras jornadas de estudio en las que renunció a parte de su tiempo libre para lograr matricularse en Medicina o Ingeniería Biomédica. Brillante estudiante del Instituto Aramo, tiene el verano para decidirse.

Ignacio Lajara dejará atrás el colegio ovetense Dulce Nombre de Jesús para estudiar el grado de Matemáticas y Física, o Biotecnología. Aún no lo sabe. Compaginó sus estudios de Bachillerato con el sexto curso de violín y le salió a pedir de boca.

La obtención de un 9,814 le ha valido a Cristina Molina Campos la condición de "número uno" de los de Avilés y le da con holgura para estudiar Relaciones Internacionales en Inglés. Sus padres, una enfermera y un siderúrgico, la han estimulado desde la infancia, "pero sin ser agobiantes", aclara.

Mar Gómez Moñino, del IES Universidad Laboral, obtuvo una nota de 9,814. "Nunca me espero las notas que saco, tengo falta de confianza". Reconoce que sólo al ver las calificaciones respiró aliviada porque podrá cumplir su sueño de ser traductora en la ONU.

La gijonesa Andrea Pérez González, del IES Padre Feijoo, sacó un 9,814 en la PAU. "Contaba con menos y por eso estoy muy contenta", Quiere estudiar Biotecnología.