El imparable aumento de clínicas veterinarias preocupa al Colegio de Asturias. Su presidente, Armando Solís, advierte que el número de centros, 140, está creciendo más rápido que el de mascotas. "Cada día abre una nueva consulta. Hay exceso de veterinarios y empieza a haber paro", advierte Solís, que atribuye la situación al incremento de facultades. "En España ahora mismo hay 12. Tenemos más que en toda Alemania, Francia, Inglaterra y Holanda juntas", explica. Con el objetivo de frenar la expansión de consultas "low cost", el Colegio de Veterinarios ha creado una marca de calidad -una cruz azul-, que concede de manera exclusiva a los mejores centros. El distintivo ya lo solicitan clínicas de otras comunidades autónomas. "Si se bajan los precios, se pierde calidad. Y eso es un riesgo cuando hablamos de sanidad", apunta.
Una de las viejas reivindicaciones del Colegio de Veterinarios es pasar a depender de la consejería de Sanidad en vez de la de Desarrollo Rural. La región tiene cerca de 900 profesionales colegiados y aunque la tradición ganadera influye, ya son más los veterinarios que se dedican a los animales de compañía que al ganado. "Somos una profesión sanitaria y vemos muchas enfermedades que son transmisibles a las personas. Llevamos más de diez años pidiendo que Sanidad nos reconozca", denuncia Armando Solís. Con ello, el sector conseguiría otra de sus metas: rebajar el IVA del 21 al 10%. "Nos parece necesario. Y no sólo por los veterinarios, sino por los propietarios, que de esta forma pagarían menos", dice Solís.
Armando Solís, también presidente de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), aconseja de cara al verano, consultar siempre al veterinario a dónde se va a llevar la mascota de viaje. El principal problema lo tienen los perros con la vacuna contra la rabia, una enfermedad que se propaga a las personas normalmente por la saliva a través de mordeduras o arañazos.
Esta vacuna es obligatoria en todas las comunidades autónomas, menos en Cataluña, País Vasco, Galicia y Asturias. "Hasta 2002, aquí también lo fue. Pero por decisiones políticas, pasó a ser voluntaria. Digamos que lo que pasa en el Principado es una excepción, que no debe existir. Tenemos muy cerca Marruecos, que es un foco importante de rabia, e importamos perros de los países del Este donde la enfermedad es frecuente", insiste Solís, quien también pone el foco en las garrapatas. "Con el clima de ahora hay que extremar mucho la precaución, pues aumentan su actividad". La expansión de la garrapata comenzó en Francia. El insecto actúa todo el año y provocan enfermedades como el tifus o el Lyme, que afecta a los humanos. "Hay que estar pendientes del animal y en cuanto notemos algún síntoma, llevarlo al veterinario. Hay veces que los signos son muy agudos, pero otras que están enmascarados", destaca.
Saneamiento ganadero
Con respecto al saneamiento ganadero, Armando Solís sostiene que el Principado fue pionero en la erradicación de la tuberculosis bovina, pero cree que la campaña corre peligro. "Pedimos que las cosas se sigan haciendo como hasta ahora, no recortando", expresa en relación a los 18 despedidos de Tragsatec, filial del grupo público Tragsa que se encarga en la región del saneamiento en las explotaciones. "Hay que contratar más, no menos. Y sobre todo, no sustituir plantillas formadas y estables por otras que no lo son", opina. El presidente del Colegio de Veterinarios asegura que los profesionales se tienen que enfrentar a "requisitos cada vez más exigentes", debido a la guía de incumplimiento que sacó el Gobierno central en 2015. Y eso "genera tensión entre el veterinario y la Consejería y entre el veterinario y el ganadero", apostilla.
La región tiene registrados en la actualidad 172.000 mascotas. De ellas, 168.000 son perros, 4.000 son gatos, 193, hurones y 262, otras especies, como conejos.
Por otro lado, el colectivo regional propone crear un turno de oficio para que los veterinarios gestionen la sanidad de los albergues de animales.
El Colegio de Veterinarios presta asesoramiento a los ayuntamientos y organizaciones que disponen de un centro de acogida, pero cree que son los veterinarios quienes deben hacerse cargo de este servicio. "Nosotros somos los responsables del bienestar animal, por eso creemos que nuestros profesionales tienen que estar presentes en los albergues", afirma Armando Solís.
El Colegio de Asturias recibió el respaldo de la Justicia en su lucha contra la competencia desleal de dos fundaciones sin ánimo de lucro que habían creado cuatro clínicas en Gijón, Avilés y Lugones.
"Tuvimos que intervenir porque estas fundaciones tenían un régimen fiscal privilegiado y ponían los precios a la mitad, ya que no tenían que pagar lo mismos impuestos que los profesionales veterinarios. El Juzgado de lo Mercantil nos dio la razón al cien por cien", concluye Armando Solís.
