"Cuando me diagnosticaron la enfermedad acordamos mi compañera de aventura y esposa Sandra y yo que esta era una segunda oportunidad que nos daba la vida y teníamos que vivirla a tope; planificar a corto plazo, vivir el día a día, difrutar de nuestros hijos Cami y Nico y con la ilusión de acompañarlos en su crecimiento y formación en valores".
Con ayuda de su aparato de lectura óptica, Martín Ríus, uruguayo afincado en Asturias desde hace doce años accedió a la petición de LA NUEVA ESPAÑA para que contara su historia de superación y optimismo.
Martín Ríus promueve desde el año 2012 y en compañía de sus amigos Jorge García y Luis Morilla la asociación Surf Solidario, una forma de utilizar el surf como herramienta lúdica e integradora para niños con capacidades diferentes o inmersos en luchas contra enfermedades. Martín no puede surfear pero, como reconocen sus socios, se ha convertido en el alma de la iniciativa.
"Mi movilidad es muy reducida, por no decir nula. Me comunico con un dispositivo de control ocular, o sea, con la vista controlo la tablet con la que hablo, escribo notas como ésta, envío correos, navego por mis redes sociales, pinto y retoco fotos. Soy un apasionado de la fotografía y cuando me diagnosticaron la ELA pensé -y sigo pensando- cómo hacer un sistema para poder seguir tomando fotos desde la silla de ruedas", dice.
Martín Ríus está inmerso en el proyecto de un libro que tiene título: "Desde el norte. Reinventarse es vida", fotos editadas con control ocular y testimonios de personajes reconocidos socialmente "sobre lo que significa reinventarse en sus vidas o en sus campos profesionales". El futbolista internacional Juan Mata, padrino de Surf Solidario, se ha involucrado en el proyecto "apoyándome desde el primer día".
"Mientras tenga movilidad en los ojos y la tecnología siga avanzando no hay barreras para la imaginación, la creatividad, la comunicación con tus seres queridos", escribe Martín.
