Llega el verano y con el buen tiempo afloran muchas molestas especies. Milagros Fernández de Leceta es la directora de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla), que se encarga de vigilar y exterminar a estos invasores. Recientemente participó en una charla en el Centro de Formación Ocupacional de Cerdeño (Oviedo) para hablar sobre las necesidades formativas del sector.
-La Unión Europea está intentando poner cerco a muchos de los productos químicos que ustedes utilizan.
-La legislación está cambiando y eso exige que cada vez tengamos que tener un sector con una mayor profesionalización. Antes si tenías un problema de cucarachas llamabas al técnico que aplicaba el producto y se iba, ahora tenemos menos variedad de productos, menos fuertes, y para controlar el riesgo de una plaga no puedes introducir otro más importante como puede ser el químico. Eso exige que el personal técnico esté más capacitado; sabe qué herramientas puede utilizar, conoce mejor la especie, su hábitat, de dónde viene, dónde prolifera, establece medidas preventivas y cuando tiene que utilizar el producto químico, lo hace de una forma que minimice los riesgos.
-¿Y cómo estamos en Asturias? ¿Hay muchas plagas?
-Hay un entorno muy bueno, pero donde hay un núcleo urbano hay plagas, aunque aquí hay muchas empresas que están ayudando a controlar todo esto. Si no existiéramos, todas estas especies que son transmisoras de enfermedades crecerían con fuerza, se deteriorarían los alimentos o las termitas destruirían nuestras casas. La mayor parte de las especies urbanas son las cucarachas y las ratas, y viven en el subsuelo de las ciudades. Si no se controla, suben a la superficie porque su densidad suele ser muy importante y se quedan sin alimento allí abajo. Si encima hay un sistema de limpieza deficitario, que con los recortes ha podido ocurrir, entonces tienen más posibilidades para alimentarse. Una vez emerjan pueden meterse en las casas, en colegios?
-¿La crisis ha reducido la prevención?
-Se han recortado las partidas presupuestarias para prevención, antes se invertía mucho. En casos de mosquitos, por ejemplo, se evitaba tener zonas encharcadas en las ciudades para que no hubiera deposición de los huevos y una eclosión de la especie. Sin esos recursos, lo que se hace es poner un tratamiento de choque usando productos químicos, que son menos eficaces y más costosos.
-¿Y qué consecuencias puede tener esto?
-Los productos que usamos están evaluados, tienen una clasificación toxicológica y los utilizamos de forma segura, pero lo ideal sería hacer una tarea mayor de prevención.
-¿Es el verano la peor época para las plagas?
-Muchas especies son estacionales, aunque cada vez menos. Durante el año hay siempre cucarachas y ratas, pero el nivel de población crece a partir de la primavera; luego hay especies como las chinches de cama, que hay muchísimas en todos los sitios.
-¿Y eso?
-Se suponía que era una especie que había desaparecido, y en 2004 empezamos a ver que estaba volviendo. En casi todos los países desarrollados pasa lo mismo debido a la importación de mercancía o a que muchos hacemos viajes a países donde esta especie sí que habita aún.
-¿Cada vez hay más especies invasoras?
-Tenemos ciertas invasoras, como las cotorras argentinas, que están desplazando a la fauna avícola que hay en las ciudades. No tienen depredadores y son muy agresivas. No hay recursos para eliminarlas y cada vez hay más nidos.
-En Oviedo hay problemas con los jabalíes, según indican los vecinos.
-Hay varios problemas, uno es que nosotros estamos urbanizando en zonas que antes eran espacios naturales y estamos desplazando de su hábitat a varias especies, y éstas, al final, van buscando su protección y alimento. Eso pasa con los jabalíes, que para qué van a buscarse la vida en el campo si pueden ir a las ciudades a rebuscar en los contenedores y, encima, no tienen depredadores. Antes tenían miedo porque la gente los cazaba, ahora no.
-¿El cambio climático cómo afecta a estas especies?
-Influye en que los mosquitos se estén introduciendo en zonas donde se suponían que ya no deberían estar. Son especies que vienen de Asia o África porque tenemos ya unas temperaturas en las que pueden sobrevivir. Hay mosquitos que aprovechan las carreteras y los vehículos para entrar en otros países.
-¿El zika es una amenaza real?
-La Organización Mundial de la Salud (OMS) está diciendo que no hay riesgo importante, pero, sin embargo, sale un deportistas de élite y se monta un buen revuelo. Es una enfermedad nueva de la que se sabe poco.
