El director de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), Ramiro Lomba, diseccionó ayer el territorio de los Oscos repasando los números que demuestran el drama del despoblamiento que vive la zona, pero también apuntó una de las posibles salidas a esta crisis demográfica: " Hay que hacer un lobby en el occidente. Es importante la cooperación porque nadie aisladamente puede hacer frente a un problema de esta naturaleza". El Alcalde de Santa Eulalia, Marcos Niño, recogió el guante y clausuró el concurrido Conceyo Abierto organizado por el Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA apostando por la necesidad de trabajar juntos y por que la comarca occidental constituya un auténtico grupo de presión: "Hay que hacer un esfuerzo conjunto y dejar las siglas en el cajón para diseñar un plan estratégico del occidente".

En 1900 Santa Eulalia, San Martín y Villanueva de Oscos sumaban 4.500 habitantes, cifra que aumentó en 1950 hasta los 5.209 y de ahí en picado hasta las 1.332 personas censadas en 2011 (en la actualidad hay 1.203). Es decir, en 111 años, los tres concejos perdieron el 70% de su población, explicó Lomba, que también puso de manifiesto que a la zona llegó la inversión pública: "No estamos ante una comarca olvidada porque en los últimos treinta años ha habido muchas iniciativas aquí, pero no ha sido suficiente".

También añadió el director de Sadei algunos indicadores positivos como el número de cabezas de ganado, mayor que la media asturiana, o el alto número de plazas hoteleras.

Aunque el futuro demográfico no es una "ciencia exacta", añadió el director del Sadei, lo lógico es pensar que el dinamismo demográfico no vaya a repuntar en la zona, de ahí que hagan falta nuevas medidas. Fomentar la unión del territorio, sentar las bases de lo que quiere ser la zona y generar actividad transformadora de los recursos son algunas de las ideas que sugirió: "Hay que poner en valor lo autóctono y hacer atractiva la comarca para que vivir aquí no sea un déficit".

Precisamente en la necesidad de incorporar nuevos pobladores puso el acento el experto en desarrollo rural Jaime Izquierdo que animó a "cambiar el enfoque" para dejar de hablar de despoblamiento y empezar a hacerlo de recolonización. "Si planteas el despoblamiento vas a hacerlo con las políticas actuales, pero hablar de recolonización obliga a cambiar el chip. No pasa nada por atrevernos a pensar en recolonizar".

Izquierdo, que cuestionó también que España no haya hecho nada para frenar el despoblamiento como sí hicieron otros países que supieron anticiparse, animó el debate añadiendo la cuestión de los privilegios que deberían plantearse para aquellos que deciden sumarse a ese proceso de recolonización. "Hay que hacer ensayos porque con las políticas actuales no lo vamos a conseguir", añadió. También sugirió la necesidad de revisar la legislación actual que "actúa en contra de términos de recolonización". En esta línea coincidió el Alcalde de Villanueva, José Antonio González Braña, que apunta a la necesidad de abordar este asunto desde la zona "haciendo algo experimental". En la idéntica idea abundó el cronista de los Oscos, Jose Antonio Álvarez Castrillón, quien animó a los habitantes a tomar la iniciativa y no esperar a que las decisiones vengan desde fuera. Por su parte, el Alcalde de San Martín, Javier Martínez, clamó por una solución "o esto se termina".

Desde el público hubo muchas voces que se sumaron al debate para poner sobre la mesa las dificultades con las que se encuentra el que quiere emprender o quien decide quedarse a vivir en la comarca, pues apenas hay viviendas disponibles. En este sentido incidió Marcos Niño al explicar que solo en Santalla hay más de cien casas en estado de semi ruina, pero carecen de mecanismos para favorecer su salida al mercado:"¿Si queremos recolonizar cómo hacemos para que haya dinamismo en la vivienda?".

Los ponentes agradecieron a LA NUEVA ESPAÑA esta oportunidad para el debate de un problema que no puede esperar más. "Hace falta un buen plan", zanjó Niño.