La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a 15 personas a las que considera presuntas autoras de la oleada de incendios que asoló a buena parte de la región a mediados del pasado mes de diciembre. Se trata, en su mayor parte, de vecinos del medio rural y ganaderos que, de forma imprudente, encendieron fuegos para la obtención de pastos, aprovechando las altas temperaturas de aquellos días. Esta circunstancia meteorológica, unida a los fuertes vientos, hizo que las llamas se descontrolasen por completo y llegaran a afectar a 9.100 hectáreas de monte y arbolado en el centro y el occidente de Asturias, según informó ayer la Guardia Civil en un comunicado.

El incendio más importante se originó en un monte de Boal y llegó hasta la costa de El Franco, afectando a 2.454,45 hectáreas y dejando graves daños materiales. El origen de la espectacular lengua de fuego, que obligó a evacuar a decenas de personas, fue investigada con el apoyo de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) de la jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. La conclusión es que fue intencionado, a causa de un conflicto sobre la titularidad de un monte y el aprovechamiento maderero.

La denominada "Operación cortafuegos" se inició cuando todavía no se habían extinguido todos los incendios, con la puesta en marcha de equipos multidisciplinares de investigación en los que, además del Seprona, se integraron otras unidades de la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo. Fruto de su trabajo fue posible que entre febrero y marzo se lograra esclarecer la autoría de incendios provocados en Torayo, Carriles y Villarmou (Tineo); Cuevas y Felechosa (Aller); Quejo (Las Regueras), y La Cuitada (Cangas del Narcea), así como el de Boal, en cuya resolución desempeñó un papel fundamental el Seprona de Vegadeo.

Una vez finalizada la "Operación cortafuegos", la investigación de la comandancia de Oviedo continuó adelante. Además de a los incendios de diciembre, se extendió a otros declarados unos meses antes y que habían sido objeto de informes técnicos por parte de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales (Bripas). En coordinación con la Fiscalía de Medio Ambiente, las pesquisas permitieron a la Guardia Civil de Oviedo instruir diligencias, de investigación pero sin detención, a los supuestos responsables de incendios forestales en Las Carangas (Santo Adriano), Parteayer (Morcín), Miravalles y Combo (Cangas del Narcea) y Fuxou (Yermes y Tameza).