Un neurólogo del hospital San Agustín de Avilés confirmó ayer que con las listas de espera "se hace ingeniería de gestión" pero matizó que esa práctica "no es irregular". José Antonio Vidal, que siempre ha trabajado en hospitales comarcales y actualmente es liberado sindical, trató de explicar los mecanismos alrededor de las listas de la sanidad pública tras el revuelo creado por la decisión de la consejería de Sanidad de abrir una investigación interna para comprobar la veracidad de la denuncia relativa sobre "el maquillaje" de los plazos de las consultas diagnósticas y de las intervenciones quirúrgicas.

La comparecencia de Cristóbal de la Coba, adjunto de digestivo del hospital de Cabueñes, ha caldeado desde el martes el desarrollo de la comisión de investigación parlamentaria sobre las listas de espera, tras afirmar que se maquillan y detallar que algunas peticiones de cita en vez de registrarse vía informática se guardan en una carpeta, alterando las medias de las demoras. Vidal declaró ayer que con las listas se hace "ingeniería de gestión, pero no es magia ni nada irregular". El neurólogo añadió que "se pueden hacer listas separadas y eso es ingeniería de gestión de listas. No es irregular pero sí puede ser utilizado para presentar resultados diferentes". A juicio de Vidal, el modelo de las listas de espera "es confuso y poco útil". En la sesión también comparecieron Galo Blanco, ya jubilado, que fue supervisor del servicio de radiología y abogó por una reforma en profundidad del sistema para que sea sostenible, y María Oña, jefa de sección de Microbiología, que planteó el refuerzo de medios humanos como prioridad y destacó en su alegato final que "el HUCA es un gran hospital, muy bueno".

La decisión de la consejería de Sanidad de abrir una investigación interna agitó el debate sobre la sanidad pública asturiana en la Junta. Los diputados Carlos Suárez (PP) y Andrés Fernández Vilanova (Podemos) coincidieron en señalar que el Sespa trata de "amedrentar" a los futuros comparecientes. El diputado popular habló directamente de "omertà" en rueda de prensa. "De eso no se habla y el que lo haga, que tenga cuidado no vaya a amanecer con una cabeza de caballo en la cama", afirmó Suárez, cirujano del San Agustín de Avilés hasta que dio el paso a la política.

Andrés Fernández, el otro médico -en este caso pediatra-, que forma parte de la comisión de investigación sobre las listas de espera, sostuvo ayer que las comparecencias de los últimos días confirman sus "hipótesis sobre la falta de transparencia y la existencia de maquillaje para ocultar la espera". Fernández señaló varias fórmulas para ocultar los plazos reales de espera. "La más significativa consiste en reprogramar los pacientes entre agendas de un mismo servicio, de modo que pasan a una lista no estructural, esto es por decisión del propio enfermo, como por ejemplo una renuncia porque la citación coincide con sus vacaciones. Pero se trata de reprogramaciones que se deben al funcionamiento del sistema para equilibrar agendas y, por lo tanto, deberían seguir siendo pacientes en lista de espera estructural". Según el presidente de la comisión de investigación, existe "un uso fraudulento de la lista de espera no estructural como cajón B en el que ocultar la espera".

La diputada socialista Carmen Eva Pérez mantuvo que esa comisión "está siendo utilizada para desgastar al Gobierno" y anunció que el PSOE llevará a la Fiscalía cualquier declaración que apunte la existencia de indicios de delito. Por su parte, el consejero, Francisco del Busto, dijo tener "la obligación" de abrir "una auditoría interna" tras las palabras de De la Coba. "Hay que entender que es un profesional que hace una acusación, algo tendrá de razón en esa situación", dijo Del Busto, quien rechazó interpretaciones en clave de confrontación política. "Este consejero tiene la obligación, no creo que nadie entendiese que me quedase callado y no actuase ante una situación de este calibre", contestó el Consejero. Por su parte, la presidenta de Foro, Cristina Coto, anunció que su grupo ha pedido un pleno extraordinario en julio sobre la sanidad "porque suspender intervenciones quirúrgicas por falta de anestesistas es un límite que no se puede tolerar".