La Universidad de Oviedo apuesta por la aplicación de los principios de la ingeniería a las ciencias de la vida. La disciplina que aúna ambas materias, la Ingeniería Biomédica, forma parte de las aspiraciones para incorporar próximamente al catálogo de másteres de la institución académica. Se trata de un proyecto más corto que la consecución de un título de grado y que permite, al mismo tiempo, situarse en una posición de ventaja en un sector "con presente y, sobre todo, mucho futuro, de alto valor añadido", apuntan sus impulsores. Como avales, señalan quienes respaldan este nuevo posgrado, Asturias cuenta con "una Facultad de Medicina muy buena y una Escuela de Ingenieros que no tiene nada que envidiar" a las del resto de España, una combinación, agregan, "que no es tan fácil de conseguir".

Como principales mimbres para activar el máster de Ingeniería Biomédica en el Principado está la existencia de la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias (Finba) además de un tejido empresarial creciente -anclado a la bioincubadora del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI)- que suma el respaldo de centros tecnológicos de referencia como Prodintec, que recientemente anunciaba la incorporación de tecnología 3D con posibilidad de generar a largo plazo tejidos vivos e incluso órganos humanos completos. A diferencia de otras disciplinas ingenieriles, la biomédica tiene una clara orientación hacia la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas y productos. "Sería una titulación que merecería la pena; tiene mucho atractivo para los alumnos", subrayan los impulsores de una iniciativa que llegó a contar con el respaldo del anterior equipo rectoral. Por eso, en un momento en que se está intentando cerrar la incorporación de nuevos grados como Criminología y Organización Industrial, en ámbitos académicos se entiende que la Ingeniería Biomédica podría suponer un importante espaldarazo para un sector que desde Asturias "tiene su nicho de mercado". Y añaden que se trata de una titulación "bastante transversal, con gran porvenir, que no supone tirar el dinero; existe interés social y empresarial".

Una titulación de este tipo implica la necesidad de una base investigadora, recuerdan sus impulsores, que cuenta, además, con un importante potencial de crecimiento. A los grupos punteros en el área biosanitaria se suma la experiencia de trabajo conjunta entre médicos e ingenieros que desde hace años ha fructificado en la Escuela Politécnica de Gijón. En este sentido, la Ingeniería Biomédica, a medio camino entre las ingenierías en Telecomunicación, Electrónica e Informática y las Ciencias de la Vida (Medicina, Farmacia, Biología, Biotecnología) implica un fuerte conocimiento del tratamiento computacional de la información, con sólidos fundamentos en biología y medicina.

Desde el Gobierno del Principado, la directora del Idepa, Eva Pando, entiende que este objetivo se enmarca claramente dentro de los principios de la Estrategia de Especialización Inteligente de la región y su polo de salud. "El enfoque es muy interesante. Como objetivo y como foco tendrá nuestro respaldo. Parece que se sostiene. Lo tienen bien analizado". apuntó Pando.