El cementerio de peregrinos adosado a la catedral de Oviedo es un cementerio, sin duda, pero no de peregrinos. O, al menos, no que conste como de peregrinos. Coincidieron en esa afirmación los ponentes de ayer en el simposio Iván Muñiz y Eduardo Carrero.

Los restos del camposanto están adosados a la Cámara Santa, a pocos metros del actual Museo Arqueológico de Asturias, pero Carrero asegura que la superficie era mucho más amplia y que comprendía terreno ganado en su día por el claustro gótico de la catedral. "La del cementerio de peregrinos es una idea romántica" que cundió. En todo caso, como matizó alguien desde el público, muchos de los llamados cementerios de peregrinos eran en realidad cementerios con peregrinos. Cambia la preposición ( del "de" al "con") y con ella el significado mismo de la Historia.

Clase de Historia práctica la que se dieron ayer los participantes en el simposio internacional "Los reyes de Asturias y los orígenes del culto a la tumba del apóstol Santiago", con la visita vespertina a la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, con Javier Fernández Conde como guía de una excursión que navega en los orígenes de lo que somos.