Uno de cada cuatro asturianos residentes en Mieres, Langreo y Castrillón sobreviven por debajo del umbral de la pobreza, estadísticamente ubicado en Asturias en la frontera de los 7.225 euros de ingresos anuales por persona. Son esos tres municipios los únicos de Asturias donde la tasa de hogares "pobres" sube por encima de la media nacional, levemente inferior al veinte por ciento. Castrillón y los dos concejos de referencia de las Cuencas elevan su marca hasta el 25,4 en un estudio recién divulgado por el Laboratorio de Análisis Geográfico Regional (Regiolab) de la Universidad de Oviedo que desmenuza a escala municipal el mapa de la desigualdad y la pobreza tomando como base los datos que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha incluido en su Encuesta de Presupuestos Familiares de 2015. Concluye también que Asturias se comporta en su conjunto mejor que España, con la media de los ingresos per cápita de los hogares situada en 12.042 euros anuales, un diez por ciento de ellos incapaz de llegar a 5.619 y una tasa de pobreza global del 17,3 sensiblemente inferior a la del 19,7 que del país.

Tomando esos datos como base, los investigadores del Regiolab sitúan además a Oviedo a la cabeza de la clasificación asturiana de la desigualdad. La capital está al frente y justo por delante de Avilés y Siero, los tres municipios que presentan niveles de distancia entre ricos y pobres más elevados que el resto de la región y equiparables aproximadamente al promedio nacional.

Si se acepta que el umbral de la pobreza lo marca la población con ingresos inferiores al sesenta por ciento de la mediana del territorio -en el Principado esos 12.042 euros-, en Asturias estarán en esa situación, después de la hinchazón de las cifras por la crisis, algo menos de dos de cada diez hogares, un 17,3 por ciento. Por municipios, Mieres, Langreo y Castrillón figuran en el mismo grupo por población -así los agrupa la estadística del INE- y en su situación influye, con particular incidencia en los concejos de tradición minera, la "caída de la actividad en general y sobre todo en las rentas más bajas, penalizándolas". Tal y como lo retrata Esteban Fernández, profesor de Economía Aplicada, investigador del Regiolab y coautor del informe, Oviedo está por detrás, líder entre los grandes concejos del centro de la región con un 19,4 por ciento de tasa de pobreza próximo a la media de España y por delante de Gijón (14,8) y de Avilés y Siero (13,4).

En un panorama de la desigualdad que muy a grandes trazos agranda la brecha entre ricos y pobres a medida que aumenta el tamaño del municipio -"los concejos con menos de 10.000 habitantes son más homogéneos en renta", reza el estudio-, Oviedo va el primero. Que la capital tenga rentas altas -es la demarcación asturiana donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres- "tiene que ver con el peso del sector público" y sus salarios más elevados, interpreta Fernández. Que por detrás en la dimensión del volumen de la brecha vengan Avilés y Siero se relaciona en el caso de Siero, intuye, con una suerte de "efecto Oviedo", producto de los contingentes de población que viven en los concejos del entorno y trabajan en la capital.