Izquierda Unida vuelve a fijar en su punto de mira la "fiscalidad verde" de cara a la negociación del Presupuesto regional para 2017. La coalición ha presentado una propuesta con seis nuevos tributos, con protagonismo para los impuestos sobre la contaminación atmosférica y una imposición que sería "pionera" en España sobre las bebidas azucaradas y la comida "basura", tal y como ha reconocido el portavoz de IU en la Junta General, Gaspar Llamazares. La reforma de la fiscalidad asturiana está aún en una fase previa, ya que la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, está pendiente de la primera reunión que pueda cerrar con el grupo parlamentario de Podemos para esta semana. En el mejor de los casos, los contactos volverán en septiembre.

La mayoría de las propuestas que IU trasladó a la consejera de Hacienda en la reunión celebrada la pasada semana ya habían estado en las conversaciones previas al proyecto del Presupuesto para este año, que finalmente ni siquiera llegó a votarse porque el Gobierno socialista lo retiró ante una previsible derrota o, en el mejor de los casos, ante el riesgo de ser enmendado en su práctica totalidad. En aquel proyecto "nonato" ya figuraban dos "impuestos verdes", uno sobre las bolsas de plástico en los establecimientos comerciales y otro sobre los vertidos, que vuelven a figurar en la lista de prioridades de la coalición. Llamazares precisa que el resto de figuras impositivas planteadas ahora ya formaron parte también de aquella negociación aunque habían quedado aparcadas por la premura de dicho proceso. Es el caso de los impuestos sobre la energía que influye en la contaminación atmosférica. El portavoz de IU sostiene que Asturias "se encuentra por debajo de la media de España" en la regulación de esos impuestos y a la cola en recaudación mientras que en el lado opuesto de la balanza se sitúan las comunidades autónomas de Cataluña, Murcia y Madrid. "En Asturias hay dos figuras impositivas mientras que en Murcia hay siete", comparó Llamazares, quien añadió que estos gravámenes tendrían "más efecto disuasorio que recaudatorio", una filosofía que ya aplicó también con los citados de las bolsas de plástico y los vertidos.

La propuesta más llamativa de IU en esta nueva ronda negociadora con el Gobierno socialista es la referente a gravar con un nuevo impuesto tanto las bebidas azucaradas como la comida "basura" o "chatarra", con altos niveles de grasas y numerosos aditivos alimentarios. Llamazares admitió que esta figura impositiva sería "novedosa en España" ya que en la actualidad esos productos sólo están gravados en ciudades como Nueva York, Londres y México así como en otros lugares de Latinoamérica por la epidemia de obesidad que hay en esas zonas. "Cataluña llegó a plantearse la introducción de ese impuesto pero finalmente desistió antes las presiones de Coca Cola".

Gaspar Llamazares ha ofrecido a Podemos la posibilidad de mantener reuniones bilaterales para llegar con una posición común a la negociación final con el Gobierno.