El rescate del gran emblema del envejecimiento y el declive demográfico de Asturias movilizará algo más de 150 millones de aquí a 2025. En la estimación del precio recién hecha por el Gobierno del Principado, esa será la dotación del Plan Especial de Desarrollo Económico del Suroccidente, anunciado en su plazo más reciente para finales del año pasado y aún en "fase final de elaboración". El consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, aprovechó ayer una interpelación de Foro en el pleno de la Junta para detallar el esquema de las 176 acciones que el proyecto tiene definidas, y dice que presupuestadas, para tratar de salvar del olvido al área más extensa, menos densamente poblada y menos productiva de la región.

Reconquistar Tineo, Cangas del Narcea, Allande, Degaña e Ibias equivale, según los redactores del documento, a planificar una "reconstrucción territorial global" que no cabe en el corto plazo y que necesita una definición precisa de las estrategias y los mecanismos de pago para llevarlas a la realidad. Por eso, según el planteamiento del Ejecutivo regional, el plan quiere nacer con un horizonte de vigencia que alcance hasta 2025. El trazo grueso de la propuesta, tal y como ayer lo expuso Martínez, da prioridad a la dinamización económica de la zona, la mejora de su dotación de servicios básicos y el progreso de sus infraestructuras.

Respecto a la fórmula de movilización presupuestaria, el Consejero resaltó que el propósito de partida incluye una pretensión de hacer del proyecto "una herramienta de dinamización para la captación de otros recursos financieros" y añadió que buscarán dinero en una batida por los programas financieros regionales, nacionales y europeos que puedan aportar fondos para su ejecución.

En las buenas intenciones expuestas ayer ante la cámara, Martínez troceó las líneas generales del plan en seis ejes, de los que el más intenso en medidas y presupuesto es el que se engloba bajo el epígrafe del "impulso a la economía y la capacitación". Se lleva más de un tercio de la financiación total, 55 millones de euros, y la mitad de las acciones y pretende básicamente hacer más agradable el ambiente de la comarca para el emprendimiento y la actividad económica. Prevé, por ejemplo, estimular la posibilidad de que los desempleados de la zona se incorporen como socios trabajadores a cooperativas o sociedades laborales, fomentar los proyectos de investigación y desarrollo radicados en la comarca y centrados en sectores endémicos en ella, como la viticultura, el turismo de calidad o las industrias limpias, y la elaboración, entre otras medidas, de una estrategia de promoción turística propia de la comarca.

La demanda generalizada de los habitantes de la zona de un fortalecimiento de los servicios es el segundo epígrafe del plan con más dinero comprometido, cuarenta millones de euros por ejemplo para reforzar el equipamiento tecnológico de los centros educativos, para revisar la dotación sanitaria o fortalecer centros de día y asistencia a mayores. El plan incluye además 35 millones para mejorar las infraestructuras, con mención expresa a la necesidad de reactivar "el eje viario La Espina-Ponferrada" y se completa con líneas de apoyo a la participación ciudadana, la concienciación y mejora medioambiental, la protección del patrimonio cultural asociado al Camino de Santiago y la simplificación administrativa.

El 90% a corto plazo

El plan, elaborado a partir del diagnóstico y la propuesta de tratamiento confeccionados por el equipo del Observatorio del Territorio de la Universidad de Oviedo, se plantea con la vista larga, pero según las estimaciones del Consejero, más del noventa por ciento de las acciones que abarca están preparadas para ponerse en marcha "a corto y medio plazo".

Al interpelar sobre esta cuestión a Guillermo Martínez, el diputado de Foro Pedro Leal afeó el retraso de la planificación estratégica del Suroccidente, que el presidente del Principado llegó a anunciar en su día, a su juicio con afán simplemente "propagandístico", para finales de 2014. El parlamentario emplazó al Gobierno a demostrar "voluntad política" y a "aplicar los recursos de los que disponen las distintas áreas de la Administración para paliar la marginación de la comarca".