La temporada de salmón se encuentra a seis días de bajar el telón definitivamente en los ríos asturianos. Tanto la semana pasada, como la presente, solo está permitida la pesca a mosca en la modalidad sin muerte. Aunque la asistencia ha bajado respecto al período con muerte, se han visto más pescadores que otras temporadas en estos últimos días donde es obligatorio devolver al agua los ejemplares conseguidos.

Las cifras finales de capturas han sido muy similares a las conseguidas en las cuatro últimas temporadas, con las lógicas diferencias de unas a otras. El Sella, con sus 487 salmones, ha sido el río más prolífico y el único que ha superado el registro del año pasado, el resto de cauces han estado por debajo de los salmones conseguidos en 2015. Así pues, hay que ser cautos en el análisis final. Es cierto que la cifra final está en la media de los últimos años y que no ha sufrido un descenso, pero el hecho de que cuatro ríos hayan bajado los registros del año pasado es algo importante a tener en cuenta.

La temporada arrancó con unas pobres cifras de capturas pese a las buenas expectativas que se habían generado. Pasaban las semanas, y los salmones no llegaban, con lo que las voces más impacientes presagiaban un pésimo año. Aunque tarde, por fin los mayucos hicieron acto de presencia, en cantidades aceptables en Sella y Narcea, y en menor cuantía en el Cares. El Eo, otra temporada más, por debajo de lo esperado, y los 17 salmones echados a tierra en el Esva hablan por si solos. La llegada de los añales desde mediados de junio hasta la fecha, se produjo en cantidades aceptables con lo cual las cifras de capturas se incrementaron notablemente el último mes de pesca con muerte a mosca. De hecho, a día 15 de junio, cuando se cerró la temporada de pesca a cebo, se habían precintado el 60% de los ejemplares conseguidos finalmente, siendo durante el período de pesca a mosca con muerte, entre el 16 de junio y el 15 de julio, cuando se consiguió el 40% restante pese a la obligación de pescar a mosca exclusivamente.

Esa entrada de añales y el empleo de la nueva modalidad de pesca con ninfas y cañas de cebo, sin duda, fueron las causas de las cifras de capturas que arrojó ese mes final de pesca con muerte a mosca, especialmente en los ríos Cares, Sella y Narcea.

La temporada se ha caracterizado por el buen caudal que han presentado los ríos desde su inicio. Es cierto que algo elevados en los comienzos, pero pescables. Durante el período de pesca a cebo, de finales de abril a mediados de junio, presentaron unas magníficas condiciones, algo que hacía años que no sucedía. El buen caudal fue algo positivo, tanto para que entrasen y remontasen los salmones, como para hacerles picar con más facilidad. Incluso ríos como el Esva o el Eo que otras temporadas acusan la falta de agua la recta final de la temporada, han aguantado con unos niveles aceptables.

En todos los ríos, a excepción del Esva, en mayor o menor cantidad, han quedado salmones en sus aguas, especialmente en aguas del Sella, donde se ven numerosos ejemplares repartidos a lo largo de su cauce. Aunque el retorno de añales parece que se ha cortado la última semana, sin duda seguirán entrando salmones, y esperemos que todos ellos lleguen en las mejores condiciones posibles a diciembre, a la época de desove. El futuro de la especie depende de ello. Si queremos seguir pescando, si queremos continuar discutiendo sobre pesca con muerte o pesca sin muerte, sobre períodos hábiles y cebos permitidos, sobre la efectividad o no de la pesca con ninfa, etc. Si queremos discutir de todo ello, es imprescindible que en el río quede el suficiente número de ejemplares para asegurar un buen desove y que en años futuros sigamos recibiendo la llegada de estos emblemáticos peces a los ríos de Asturias. Así pues, lo que suceda en los ríos desde ahora hasta diciembre tiene más importancia que todo aquello que hemos ido narrando semana tras semana durante la temporada de pesca.

Este será el último número del suplemento Campanu de la presente temporada. Desde estas líneas queremos agradecer a la guardería de los ríos Eo, Esva, Narcea, Sella y Cares, y a sus centros de precintaje de Xesteira, Casielles, La Rodriga, El Portazgo y Panes su amabilidad, disponibilidad y toda la información facilitada a lo largo de toda la temporada.

Río Eo

Por debajo de lo esperado en el río de la divisoria con Galicia. Algo que, por desgracia, ya viene siendo habitual durante las últimas temporadas. Es de los cauces que menos atenciones recibe por parte de la Administración, y eso se nota en su pobre rendimiento.

Presentó unas buenas condiciones de caudal durante gran parte de la temporada, aunque muchas jornadas estuvo algo alto de nivel y con el agua tomada, lo que dificultaba localizar ejemplares y pescar a vista.

Ese buen caudal facilitó que los peces remontasen fácilmente hasta los tramos altos, a los cotos gallegos de Puente Nuevo y Salmeán, y prueba de ello es que este último alcanzó su cupo particular de 10 salmones.

Aunque han quedado salmones en el río, especialmente en el mencionado tramo de Salmeán y en pozos como Piago Mayor, lo cierto es que hay menos peces de lo esperado.

El río dio un total de 68 salmones, siendo los cotos más prolíficos el Lote 3 de Puente Nuevo con 11 salmones echados a tierra y Louredal con 10. El ejemplar de mayor tamaño pesó 9,610 kilos y fue pescado a cebo natural el día de la apertura, 24 de abril, en Estreitos.

Río Esva

Declive total de las poblaciones de salmón en el río valdesano. Como ya hemos venido diciendo a lo largo de las crónicas semanales, la presente temporada en el río valdesano debe suponer un punto de inflexión. Sus 17 salmones capturados son una cifra exigua para un río que fue capaz de dar más de 800 salmones en una campaña.

Las condiciones de caudal fueron favorables, pese a un arranque de campaña con el río alto y algo turbio, que impidió pescar a la modalidad más efectiva en el Esva, a vista. Cuando esas condiciones mejoraron, la escasez de salmones fue un hecho y la tónica general eran las jorandas en blanco. Requiere de medidas para su recuperación de forma inmediata.

El mejor coto fue Piedra Blanca con 6 salmones, y el mayor ejemplar se echó a tierra en Trevías, a cebo natural, el día 18 de mayo, con un peso de 8,200 kilos.

Río Narcea-Nalón

Discreta temporada en el río mosquero por excelencia. Floja temporada en la cuenca de los ríos Narcea-Nalón. Los 365 salmones echados a tierra suponen un retroceso en la cifra de capturas respecto a las dos últimas temporadas.

Ambos ríos bajaron con mucho caudal desde la apertura, aunque siempre con zonas pescables, especialmente a cucharilla. Poco a poco ese elevado nivel fue disminuyendo, aunque con las conocidas sueltas de las presas de ambos ríos casi a diario, pero los salmones no terminaban de remontar. Hubo que esperar hasta finales de mayo, momento en el que también el río Nalón comenzó a estar pescable, para ver la llegada de los primeros piños de mayucos, produciéndose buenas jornadas de pesca. Esa entrada tardía de salmones de mayo fue seguida, a mediados de junio, por la de los pequeños añales, que también permitieron productivas jornadas a los aficionados.

Como viene siendo habitual en el Narcea, la mayoría de las capturas se consiguieron en la zona libre baja, en el tramo entre Cornellana y Pravia.

El coto más generoso en capturas fue Arenas con 15 salmones, seguido de Juan Castaño con 14. El día 27 de mayo se echó a tierra el salmón más grande de la temporada, un soberbio ejemplar que paró la báscula en 10,945 kilos, conseguido en la zona libre a cebo natural.

Aunque han quedado salmones en el río, parece que no en la cantidad deseada. Esperemos que sigan entrando peces en sus aguas para asegurar un buen desove.

Río Sella

Líder de capturas, salvó las cifras finales de los ríos asturianos. Mejor río de la presente temporada con 487 salmones echados a tierra en sus aguas, 12 de ellos capturados en su principal tributario, el Piloña.

Empezó la temporada con el río algo alto, pero muy pescable. Durante mayo y junio, salvo alguna excepción, presentó unas excelentes condiciones para pescar, especialmente a la modalidad de cebo natural.

Los salmones tardaron en llegar, y no fue hasta finales de mayo cuando comenzaron a verse la primeras jornadas con una aceptable cantidad de salmones precintados. A partir de entonces, el río dio peces con cierta regularidad, prueba evidente de que recibía entrada a diario.

Esa llegada de mayucos se prolongó hasta mediados de junio, momento en el que también empezaron a hacer acto de presencia los pequeños salmones de un año de mar. Ya en período de pesca a mosca con muerte se produjeron las jornadas más productivas de la temporada, gracias a estos pequeños añales y a la modalidad de ninfa con caña de cebo.

El coto más productivo del río, y de todo Asturias, fue El Brezo con 51 salmones, seguido de El Golondroso con 35, ambos en las inmediaciones de Cangas de Onís. El mayor ejemplar, también de todos los ríos, fue un magnífico salmón de 12,700 kilos, capturado el día 14 de junio, a cebo, en el coto de La Cruz.

El Sella es el río donde ha quedado un mayor número de salmones, y aunque la entrada de añales parece haberse cortado, seguramente siga recibiendo ejemplares en sus aguas. Esperemos que todos estos peces que han conseguido librar los cebos de los aficionados puedan alcanzar la cabecera del río, y los afluentes Ponga y Dobra, para desovar.

Río Deva-Cares

Pobre temporada en las cristalinas aguas del río astur-cántabro.

Las cifras finales de la cuenca del Cares-Deva estuvieron ligeramente por debajo de las conseguidas en 2015, y superiores a 2014 y 2013. De sus aguas salieron 204 salmones.

Empezó la temporada con unos niveles de agua altos, especialmente de la junta de Cares y Deva hacia abajo, pero pescable en la mayoría de las jornadas. La tonalidad del agua muchos días no era la deseada, con lo cual se tardó tiempo en pescar a vista.

Los peces tardaron en llegar, y no lo hicieron en la cantidad esperada, ni los mayucos, ni los pequeños añales, con lo cual las cifras de capturas iban aumentando poco a poco.

El coto más productivo ha sido Niserias con 33 salmones, seguido de El Collú con 21. El mayor ejemplar de la temporada se consiguió el día de la apertura en la zona libre de El Churro, fue pescado a cucharilla y dio en la báscula 11,750 kilos.

En el río han quedado salmones, con lo cual esperemos que haya un buen desove en diciembre, y así el Cares siga recibiendo la llegada de salmones en temporadas futuras.