La concesionaria del peaje "en la sombra" de la Autovía de la Industria (AS-II), que cobra de la Administración regional en función del número de vehículos que circulan por ella, ahuyenta el fantasma de la quiebra. Aunque la sociedad (Viastur) acumula unas pérdidas de unos seis millones de euros y tiene una deuda con los bancos de 99,6 millones, la vía alternativa a la "Y" entre Oviedo y Gijón gana tráficos y el pasado ejercicio consiguio los mejores resultados económicos desde su inauguración, en el mes de mayo de 2007: unos beneficios de 2,1 millones, que contrastan con el millón largo de euros de pérdidas de 2014.
El repunte de la circulación que ya se constató a lo largo del año pasado se ha confirmado en el primer semestre de este ejercicio, con un incremento del 3,7% respecto al mismo periodo de 2015. En concreto, la intensidad media diaria en la autovía es hoy de 23.050 vehículos y hace un año era de 22.232 movimientos.
Viastur está participada por Sacyr (70%) y Sánchez y Lago (30%). Aunque su situación nunca revistió la gravedad de las radiales de Madrid o de otras concesionarias de autovías que han entrado en suspensión de pagos, fuentes de la sociedad advirtieron hace un par de años del riesgo futuro de quiebra, en el caso de que la AS-II no incrementase los niveles de tráfico o no lograse una mejora de las condiciones de adjudicación acordadas con la Administración autonómica. El Ejecutivo regional se ha mostrado inflexible en su negativa a modificar el contrato con Viastur, pero la recuperación de la circulación sí que da oxígeno a la concesionaria. La ejecución de obras como el enlace de Robledo, que reclaman con insistencia transportistas y expertos en seguridad para conectar la "Y" con la AS-II, podría suponer un gran espaldarazo para la Autovía de la Industria. Y es que, según los cálculos de los técnicos del Principado, le permitiría absorber unos 4.000 vehículos al día de la autopista, que está casi saturada en esa zona. El presupuesto estimado de la actuación se ha fijado en unos 14 millones de euros.
Mediante el denominado sistema de peaje "en sombra", Viastur asumió la construcción y la gestión durante 30 años de la autovía entre Oviedo y Gijón, de 24 kilómetros de longitud, con una inversión prevista de 143 millones de euros hasta 2035. El proyecto salió a licitación con un precio base de 0,049 euros por cada turismo y de 0,068 euros para camiones. La oferta con la que Viastur y Sánchez y Lago se hicieron con la adjudicación fue de 0,036 euros para vehículos ligeros y de 0,05 euros para los pesados. Esta importante baja explica, en parte, los problemas económicos de Viastur, como también lo hacen las previsiones de tráfico que se tuvieron en cuenta cuando se suscribió el contrato para reconvertir en autovía la antigua carretera entre las dos principales ciudades de la región. Y es que, frente a los poco más de 23.000 vehículos que circulan ahora por la AS-II, las previsiones apuntaban a más de 29.000.
El Presupuesto regional de este año destina 8,9 millones para pagar el canon a la concesionaria de la AS-II. Son 500.000 euros más que en 2015.
