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El "club" selecto de sidrerías recibe los primeros aspirantes

El escanciado manual y tener producto con denominación, dos de las exigencias para obtener el sello de distinción

El "club" selecto de sidrerías recibe los primeros aspirantes

La región tendrá sidrerías con un sello de calidad similar al de Casonas Asturianas o Mesas de Asturias. Pese a las reticencias que la iniciativa levantó en un primer momento en el sector, varios establecimientos hosteleros del Principado ya han remitido a la Consejería de Turismo la solicitud para entrar en el "club" de las sidrerías más selectas de la región dentro de un plazo que se extiende hasta mediados del presente mes. Un distintivo en la fachada identificará a los locales acogidos a la marca. Ha sido diseñado por el gijonés Paco Currás e incorpora el logotipo "Sidrerías de Asturias. Calidad Natural".

Entre las exigencias para lograr este sello figura el disponer de personal para el escanciado manual, de acuerdo con los cánones tradicionales de estilo, y ofrecer al cliente una sidra acogida a la denominación de origen protegida, como mínimo. La idea original era que fuesen dos las marcas adscritas al consejo regulador, una de ellas de escanciado y la otra de mesa, pero fue modificada ante el rechazo expreso de buena parte del sector.

El reglamento que ha redactado la Administración también obliga a contar con una oferta gastronómica "basada en materias primas autóctonas de alta calidad". Así, al menos un 70% de los platos incluidos en la cartas tienen que llevar una denominación que guarde relación con la cultura asturiana. Además, la mitad, como mínimo, de los productos empleados serán autóctonos. Estas sidrerías de calidad tendrán que disponer de información turística sobre la región, y muy especialmente sobre actividades ligadas al mundo de la sidra, tales como festivales, mercados, jornadas, catas o visitas guiadas a llagares.

Con el fin de evitar que haya advenedizos que traten de aprovecharse del tirón de la marca, la Consejería de Turismo exige a los solicitantes que acrediten una experiencia mínima de cuatro años en el sector y que sus locales lleven, como poco, dos años inscritos en el Registro como sidrerías.

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