La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

PEDRO GORRIA | Nuevo catedrático de Física de la Universidad de Oviedo

"El uso del grafeno será una revolución científica absoluta, en todos los sentidos"

"Recuperar a los investigadores que se han ido fuera de Asturias es muy simple, basta con poner pasta encima de la mesa, como hacen en otros países"

Pedro Gorria, en el Centro de Servicios Universitarios de Avilés. RICARDO SOLÍS

Pedro Gorria es profesor de Física en la Universidad de Oviedo y el pasado mes de julio fue nombrado catedrático en el área de conocimiento de Física Aplicada. Nacido en Tolosa en 1961, Gorria lleva más de veinte años en Asturias pero sigue guardando una estrecha relación con el País Vasco, comunidad de la que destaca su "filosofía positiva de trabajo en el ámbito de la investigación científica". Experto en el uso de nuevos materiales, Gorria asegura que estamos viviendo una "auténtica revolución científica".

-¿Cómo afecta el uso de nuevos materiales a nuestro día a día?

-Si miras a tu alrededor todos los utensilios que empleamos se basan en que hay materiales adecuados. Los materiales afectan a todos los ámbitos de la vida, desde la electrónica a utensilios de cocina.

-Póngame un ejemplo común.

-Hay uno que se lo suelo poner a mis alumnos: las potas de las abuelas y las ollas a presión actuales. Ese avance, que es espectacular, es gracias a los materiales nuevos que se han ido utilizando en los últimos años. Otro ejemplo recurrente es el de las prótesis de cadera, fíjese cómo eran hace 25 años y cómo son ahora. En la actualidad, si una persona joven se rompe la cadera y le ponen una prótesis, lo normal es que se muera antes de revisarla, antes probablemente habría que intervenir cada cuatro o cinco años.

-¿El almacenamiento de datos es un ámbito que también ha crecido mucho?

-Sí, solo hay que fijarse en los discos duros de los ordenadores. El primer disco duro que yo utilicé tenía veinte megas, nos parecía tremendo y ocupaba lo que tres latas de sardina una detrás de otra. En la actualidad, gracias a la investigación de nuevos materiales, hemos multiplicado la capacidad de almacenamiento casi por un millón. Y también es más barato. Hace treinta años un disco duro, en euros, podría suponer 300, ahora nos puede costar 80.

-¿El grafeno va suponer la verdadera revolución tecnológica en el uso de materiales?

-Sí. Va ser una revolución absoluta, en todos los sentidos. El grafeno realmente es el grafito que conocemos de toda la vida, la mina de los lapiceros para entendernos. Lo que pasa es que recientemente se ha descubierto que el grafeno tiene su propio interés porque tiene propiedades como la elasticidad o ser conductor eléctrico. Ahora mismo se ha abierto un campo terrible. Lo que vamos a ver de aquí a seis años será totalmente espectacular.

-¿Qué tipo de aplicaciones podemos esperar?

-De todo tipo, desde la biomedicina hasta las telecomunicaciones.

-¿Puede destacar alguna?

-Las pantallas de los móviles flexibles. Samsung ya está con prototipos de pantallas planas, y para eso se utiliza el grafeno.

-¿Las empresas españolas están subidas al carro de la revolución tecnológica de los materiales?

-Hay bastantes empresas españolas, incluso asturianas, que sí están en ese carro y compiten en campos de alta tecnología. Podríamos estar mejor, pero tenemos compañías que ganan concursos de laboratorios europeos, y son ellas las que diseñan y fabrican los equipos que luego se utilizan.

-¿Qué relación hay entre la utilización de nuevos materiales y las aplicaciones de biotecnología?

-Últimamente se está trabajando con las denominadas nanopartículas, que son entidades muy pequeñas, imanes diminutos , que se están empezando a utilizar en terapias médicas.

-¿En qué tipo de terapias?

-Lo que se está haciendo es plantear si esas nanopartículas se pueden llevar a las zonas de tumores y, mediante un estimulo externo, que normalmente es un campo magnético, se puede crear calor y quemar lo nocivo del tumor. La idea sería sólo quemar las células cancerígenas y hacer una operación mas localizada.

-¿Y en qué punto nos encontramos en este tipo de terapias?

-Estamos en la fase preliminar. Pero ya se están realizando ensayos con animales. No será para pasado mañana, pero en un periodo de ocho a diez años podría ser una terapia que ya se utilice con personas. También es importante asegurarse de que sea biocompatible, es decir, que no sea nocivo para las personas.

-¿Y cómo pueden afectar los nuevos materiales al medio ambiente?

-Ya hay muchísimos grupos que están trabajando en temas de almacenamiento de energías, que es el tema relacionado con el medio ambiente. Todo lo que sea evitar combustibles fósiles es positivo.

-Hablemos de investigación, ¿cómo están los proyectos de física en Asturias?

-Tenemos grupos de investigación que están bien situados a nivel nacional, e incluso internacional. Mantenemos colaboraciones con organizaciones de prestigio de otros países como Estados Unidos, Francia o Reino Unido.

-¿Qué se necesita para mejorar, en la medida de lo posible?

-Básicamente financiación, y sobre todo orientada hacia los recursos humanos. Con la crisis nos recortaron tanto los fondos que a veces no podíamos mantener los equipos, no teníamos suficiente dinero. Pero lo que pasa es que no es lo mismo mantener los equipos para proyectos de investigación que mantener una lavadora, necesitamos gente especializada que los pueda manejar y mantener. Hacen falta técnicos y contratar a gente joven que haya acabado ya la carrera.

-¿También hace falta renovación?

-Sí, naturalmente. La media de edad en la Universidad de Oviedo está por encima de los 55 años. No sé si será verdad pero el otro día me dijeron que yo era uno de los catedráticos más jóvenes, ¡y tengo 49 años!

-Usted es vasco, ¿Euskadi nos gana por goleada en investigación?

-Como en todos los ámbitos tiene puntos débiles, pero lo que sí ha habido es una conciencia muy clara en la clase política de que la investigación es un tema de estado. Independientemente de quien gobierne, siempre se ha mantenido la financiación para investigación: nunca la han tocado. La cantidad de dinero que se dedica a proyectos de investigación en el País Vasco es superior o igual a la media de la Unión Europea, y eso se nota. Pero lo que hablamos no es de anteayer, se trata de una política de los últimos 25 años. Gracias a eso se han creado muchos centros tecnológicos y de investigación muy potentes.

-¿Cómo podemos recuperar en Asturias a los investigadores que están fuera?

-Es muy simple: poniendo pasta encima de la mesa, que es lo que hacen en otros países. Hace falta una filosofía de trabajo que suponga que a los investigadores se les de una dotación económica para que puedan contratar a gente y a un par de personas para hacer la tesis. Se trata de crear conocimiento, así lo llaman en el ámbito anglosajón.

-¿La investigación siempre debe estar aplicada a algo concreto?

-Eso puede ser peligroso: lo he discutido con muchos políticos. Es positivo que las investigaciones vayan encaminadas a algo, pero el avance en el conocimiento es importante en todos los ámbitos, aunque no de resultados inmediatos.

-Cambiando de tema, ¿la física es una disciplina predominante de hombres?

-Ha sido tradicionalmente para hombres, pero está cambiando. Cuando yo estudiaba el porcentaje era de diez a uno, ahora estamos en el 30 por ciento de mujeres. Creo que debemos mejorar e intentar favorecer el interés de las mujeres por la física. Hay ciencias en las que pasa al revés que en la física.

Compartir el artículo

stats