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El "infierno fiscal" de los Flores-Mencía

Una familia ovetense sufre la presión que supone el impuesto de sucesiones: el Principado le reclama 36.000 euros por heredar un piso modesto

José María Flores Suárez, con documentación de su caso. MARÍA GÓMEZ

El ovetense José María Flores Suárez y su esposa Esperanza Mencía atendían a la tía anciana de ésta, viuda y sin hijos, cuando se ponía enferma o necesitaba algo. Así que la mujer le dijo en cierta ocasión a su sobrina. "Esperancita, te voy a dejar la casa en herencia". La tía falleció y en 2013 el matrimonio aceptó la herencia y se dispuso a pagar el impuesto de sucesiones. Ahí empezó lo que Flores, trabajador ferroviario e historiador del ferrocarril, llama el "infierno fiscal" de su familia, que va camino de acabar con sus ahorros. El suyo es un caso con peculiaridades, pero no infrecuente entre los 4.500 contribuyentes que tributan cada año en Asturias por heredar.

En la primavera de 2013, los Flores acudieron a la dependencias del Ente de Servicios Tributarios del Principado para abonar el impuesto. La herencia consistía en una vivienda situada en la calle Muñoz Degraín de Oviedo, con 74 metros cuadrados, ubicada en un edificio de 1974. Las normas establecen que el tributo se tramita mediante una autoliquidación. Esto es, corresponde hacer la declaración al contribuyente, que se hace responsable de que sea correcta. Luego la Administración lo comprueba.

En este caso, cuenta Flores, la funcionaria que les atendió en los Servicios Tributarios se prestó, "con toda su buena fe", a hacer los números. "Al ver el resultado me dejaron de piedra, casi lloro", cuenta. La liquidación salió a pagar 19.706,84 euros. "Un mazazo colosal para cualquier economía de clase media", escribió Flores Suárez en una carta de protesta publicada por este diario esta semana. El matrimonio pensó en rechazar la herencia, pero cuenta que en los Servicios Tributarios les persuadieron de no hacerlo al comentar que la renuncia era un proceso complicado.

Los Flores lo meditaron y optaron por pagar. Con los 19.706 euros se fue buena parte de los ahorros, un cargo equivalente al 23% del valor que el Principado atribuyó al piso con el método de valoración de inmuebles que utiliza. Es una fórmula cuestionada por tribunales en otras comunidades aunque no en Asturias: aplicar un coeficiente multiplicador (1,5882 en 2013 para Oviedo) sobre el valor catastral. El efecto de ese método y el grado de parentesco del heredero (tercer grado, lo que penaliza al contribuyente con recargos en el impuesto) elevaron la factura.

Los Flores estrujaron sus ahorros y pagaron al Fisco. También para abonar los cerca de 6.000 euros de plusvalías (impuesto sobre el incremento del valor del terreno) que cobra el Ayuntamiento. "A la funcionaria municipal que nos atendió le dio vergüenza decirnos cuánto era y nos pasó el papel boca abajo", afirma.

Pero lo peor llegó en julio. El matrimonio recibió del Principado una notificación con una propuesta de liquidación complementaria, al considerar errónea la que se había presentado con ayuda de una funcionaria. Servicios Tributarios les comunicó la obligación de pagar 16.584,7 euros más. Esto es, que la factura total por la herencia el piso asciendia a 36.261 euros. Según las explicaciones que ha recabado la pareja, el nuevo cálculo obedece en una parte a que el Principado rechaza incluir como reducción del valor de la casa y por tanto de la base imponible unos 4.000 euros de un pago pendiente a la comunidad de vecinos por una derrama.

"Al final se llevan todos nuestros ahorros", protesta Flores. El de esta familia puede ser un ejemplo de cómo actúa el método de valoración de inmuebles que utiliza el Principado, en este caso claramente favorable para las arcas autonómicas y muy gravoso para el contribuyente. Según la estimación encargada por el matrimonio a un tasador, el valor de mercado de la vivienda es de unos 106.000 euros. Además, el inmueble tiene una penalización: está arrendado a un inquilino con renta antigua (130 euros al mes), de modo que por el momento es prácticamente inviable una venta.

Según la fórmula del Principado (multiplicar el valor catastral por un coeficiente municipal sin considerar el estado, la situación u otra características del piso), la base imponible asciende a 160.450 euros, un 51% más que el cálculo del tasador. Esto es, considerando el tipo efectivo que el Principado quiere cobrarle a los Flores (el 34%, incluyendo un cargo de 1.812 euros por intereses de demora), la familia está siendo obligada a tributar en torno a 20.000 euros más que si el inmueble se valorase con una tasación profesional. El matrimonio anda ahora metido en reclamaciones en un intento de rebajar la factura, aunque sin demasiada confianza. Flores concluye en alusión a una reciente afirmación (19 de julio) del presidente del Principado, Javier Fernández, en un acto con empresarios: "Me ofendió realmente que dijera que esto no es un infierno fiscal. Para mí, ahora mismo, es un auténtico infierno fiscal sobre la tierra".

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