La jueza de Vigilancia Penitenciaria de Asturias está investigando el contenido de un anónimo remitido a su juzgado en el que se denuncia, por parte de funcionarios de la cárcel regional, la destrucción sistemática de quejas de los reclusos dirigidas a la magistrada, así como que se están ignorando las peticiones de cambio de módulo que plantean los reclusos, a los que, siempre según el escrito, se les amenaza con aplicarles el artículo 75 del Reglamento Penitenciario, que faculta al director de la prisión para adoptar el aislamiento de los internos o incluso su traslado a otro centro.
El escrito fue recibido en Vigilancia Penitenciaria el pasado mes de mayo. "Se da el caso de que ante la solicitud de cambio de módulo, se les intimida (a los presos) con la aplicación del articulo 75, y si el interno insiste, a pesar de la amenaza, se lleva a cabo la aplicación del citado artículo, unas veces en el departamento de aislamiento y otras en el mismo módulo, en este caso solo si una solicitud de salida del módulo UTE", indica el escrito. Este hecho corrobora las denuncias que vienen planteando los familiares y el entorno de las unidades de tratamiento, según los cuales, se obliga a los presos a permanecer en el UTE contra su voluntad, lo que deteriora el ambiente de este servicio y perjudica el tratamiento de los reclusos que quieren mantenerse alejados de las drogas. Los familiares y diversas instancias, entre ellas la Defensora del Pueblo, vienen reclamando que se restituya el modelo originario de las UTE, que permitía el rápido traslado de los reclusos no comprometidos con el proyecto de tratamiento. En su opinión, el hecho de que no se traslade a estos presos está saboteando el proyecto.
"Se lo aseguramos: ha habido momentos en los que hemos contabilizado más de 200 instancias de internos con quejas dirigidas a usted, que se han retenido y no se les ha dado salida, para pasado un tiempo eliminarlas y dar la sensación 'estadística' de que aquí no pasa nada", continúan los autores del escrito, que aseguran ser funcionarios que no están ni a favor ni en contra de la UTE, y que culpan al subdirector de seguridad de la "metástasis que hay en el centro".
