El Gobierno regional quiere que los ayuntamientos y los comerciantes negocien las fechas y las condiciones de celebración de los mercadillos para regularlos, de tal manera que esta iniciativa sirva también para luchar contra la economía sumergida.
El consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, incidió ayer en que la propuesta de erradicar mercadillos afecta a aquellos puestos ambulantes que no aportan valor añadido. Es decir, quedan excluidos los tradicionales con carácter semanal, como el de Grado los domingos, o el de Avilés los lunes, por poner dos ejemplos. Tampoco afectaría a los que están ligados a una actividad tradicional o típica de la región.
"Los mercadillos sin valor añadido se refiere a aquellos en los que se venden productos corrientes que se fabrican en otros lugares y que se ponen a la venta en tableros o furgonetas los días de fiesta y de más venta, pero que no aporta nada y sí que perjudica a los comerciantes y a los vendedores que pagan sus impuestos", explicó Blanco.
En este sentido, el Consejero explicó que los ayuntamientos ya tienen regulados sus mercados tradicionales, "pero de los que estamos hablando son de aquellos en los que los vendedores, en muchos casos, no tienen licencia ni siquiera están dados de alta. Eso perjudica a todo el mundo".
Francisco Blanco remarcó que la propuesta del Principado no implica, al menos de momento, que el Gobierno regional esté pensando en establecer una regulación. "Lo que estamos haciendo es un llamamiento a los ayuntamientos, que son los que dan las licencias, y a los comerciantes para que establezcan protocolos, e incluso un calendario de actividades, que permita regular la instalación de esos puestos". Serían los casos, por ejemplo, de los mercadillos ligados a eventos tradicionales o típicos asturianos, como el festival de la sidra o el mercadillo ecológico de Gijón.
