Una densa bruma volvió a hacerse presente ayer en el litoral asturiano sorprendiendo a los numerosos bañistas que se acercaron a los arenales asturianos para disfrutar de un domingo de playa. En el caso de Gijón el fenómeno volvió a repetirse desde la mañana, en que la ciudad amaneció de nuevo tomada por un densa niebla hasta temerse por la celebración, ayer, de uno de los actos principales y que más público concita durante la Semana Grande, los fuegos artificiales. En la costa occidental la niebla se hizo presente a partir de las cinco de la tarde, cubriendo las playas del concejo de Valdés y Navia en poco tiempo, continuando luego a lo largo de todo el litoral hasta Galicia. Algo similar sucedió en el oriente asturiano donde se impuso una densa bruma en las playas sobre las seis de la tarde, obligando a buena parte de los veraneantes a abandonar los arenales. La niebla también alcanzó algunos pueblos costeros.

Por la mañana, los accesos a uno de los arenales más concurridos de la región, Rodiles (Villaviciosa), volvieron a colapsar la Autovía del Cantábrico, con retenciones de hasta cinco kilómetros al mediodía y tráfico muy lento también en la incorporación desde Gijón hacia esta vía.

El pronóstico para hoy lunes señala que, además de ser un día caluroso, puede que aparezcan de nuevo brumas matinales en la costa, especialmente en concejos del occidente asturiano, extendiéndose hasta la zona centro y siendo menos probable en la zona oriental.