La Universidad de Oviedo se queda fuera ( y van trece años) de la selección de las 500 mejores universidades del mundo incluidas en el prestigioso ranking de Shangai. Su rector, Santiago García Granda, reconoce que esta realidad invita a la autocrítica si bien recuerda que solo en 2003 se logró entrar en ese top 500. "Tenemos que cuidar más nuestros resultados porque no son visibles", apunta el máximo responsable de la institución académica quien, no obstante, recuerda que en 2014 los estudios de Química de la Universidad de Oviedo se colocaron en el top 200 del mundo. "Es difícil estar ahí arriba pero tenemos que hacer todo lo posible para que nuestra información esté visible", incide García Granda.

Como oportunidades para mejorar la presencia de la Universidad de Oviedo en el ranking mundial, García Granda considera necesario incorporar información sobre los títulos que se imparten y el número de estudiantes en el espacio web de la institución académica. La idea, insiste el Rector, es que "nuestros resultados sean visibles". A García Granda no le obsesiona tanto la presencia de la institución que representa en los ranking internacionales como que se conozca lo que se está haciendo desde Asturias y los principales logros de la Universidad asturiana. Y en ese objetivo trabajarán en los próximos años, "por lo menos, para estar en ese top 500". Lo que está claro, continúa el Rector, "es que hay que trabajar en el largo plazo". De cualquier manera, en la Universidad de Oviedo entienden que resulta complicado colocarse entre las 500 mejores universidades del mundo. "Por nuestro tamaño", indica García Granda, es más difícil avanzar hacia las primeras posiciones que en otros entornos como Madrid o Barcelona donde resulta más favorable recibir influencia del exterior.

Desde que se publicó por primera vez el ranking de Shanghai, España ha tenido entre nueve y 13 representantes entre las 500 citadas pero ninguna se ha situado entre las primeras 100 y, en algunas ediciones, tampoco entre las 200. Este año son doce y la mejor posicionada en la Universidad de Barcelona (en el tramo entre la 151 y la 200). El campus catalán repite por tercer año consecutivo entre las 200 primeras de la más prestigiosa clasificación internacional. Muy cerca de la de Barcelona se sitúan la Autónoma de Madrid y la de Granada, que suben posiciones respecto a 2015 y se sitúan en el tramo de las 300 mejores. Shangai hace clasificación nominal una a una hasta la universidad número 100 y, a partir de ahí, las agrupa en tramos. Así, en la franja de las 400 mejores se sitúan también la Autónoma de Barcelona, la Complutense de Madrid, las politécnicas de Cataluña y Valencia, la Pompeu Fabra y la Universidad de Santiago de Compostela. En el tramo final (401-500) entran las universidades del País Vasco, Valencia y la catalana Rovira i Virgili. Queda fuera de las 500 mejores del mundo este año la de Zaragoza. Idéntica situación han vivido en la Universidad de Sevilla saliendo del ranking.

Harvard, líder mundial

En el ámbito internacional la Universidad de Harvard sigue siendo la número uno por decimocuarto año consecutivo. Le siguen Stanford, California-Barkeley, la británica de Cambridge, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Berkeley, Cambridge , Princeton, Oxford , Columbia y Chicago.

El de Shangai es el listado más conocido y reconocido del mundo. En el se analiza principalmente la producción investigadora con datos como el número de premios Nobel de un campus o sus publicaciones en las dos grandes revistas científicas internacionales, "Nature" y "Science". De las 500 mejores universidades del planeta en este 2016, pertenecen a los Estados Unidos 137 y le siguen China (54), Alemania (38), Francia (22), Canadá (19) y Japón (16).

Además de las publicaciones en revistas internacionales de alto impacto, la clasificación de Shangai también mide el número de citas de los trabajos de los investigadores de cada universidad.