"La satisfacción que se tiene por ayudar es tan grande que no se explica. Prefiero llevar a esta niña a una zona de recreo que lo pase bien y disfrute, porque supondrá para mí una satisfacción más grande que pegarme una comilona". Antonio Roncero lleva dos años participando en el programa de familias "voluntarias", con una niña de 11 años. "El amparo que le da una familia no lo puede tener en el centro", incide. El matrimonio integrado por Maria José Antiñolo y Amador Espejo, que participan en el programa "canguro", ha visto pasar varios niños por su hogar durante doce años. "Es una experiencia que nos ha enriquecido", comentan antes de recalcar que "lo que tenemos claro es que se van a ir como muy tarde en dos años, por eso no les dejamos que nos llamen ni papá ni mamá".