Dos rescates en el Sella y al menos otros dos en la costa de Llanes. Todo en un día, el de ayer sábado, en el que el buen tiempo llevó a miles de personas a disfrutar al aire libre de una jornada que, en la costa oriental, no fue todo lo tranquila que se pudiera desear, pues la bandera roja ondeó en la mayoría de las playas por el mal estado del mar.

No hubo bandera roja en el Sella, donde se registró uno de los días de mayor afluencia de la historia -con permiso del sábado que se celebra anualmente la competición oficial del Descenso- y, a buen seguro, es ya el récord del verano: unos 4.000 turistas alquilaron una piragua para navegar desde Arriondas.

A mediodía, el río más bien parecía una autovía, lleno de canoas, uno de los mayores atractivos turísticos del Oriente. El de ayer fue de récord, pero las expectativas de los empresarios de turismo activo son muy buenas en lo que resta de verano.

Entre tanta gente fue imposible que no hubiera incidentes. En el puente de Toraño (Parres), los bomberos tuvieron que rescatar a un hombre que se cayó al sacar una piragua del río poco después de las dos de la tarde. Hubo que llevarlo medio kilómetro en camilla por las rocas hasta la ambulancia, que lo trasladó al Hospital de Arriondas. Pasadas las cuatro de la tarde, los bomberos tuvieron de nuevo que acudir al Sella, esta vez a la pasarela de Fuentes, para salvar a una mujer que se rompió el pie durante el descenso en canoa. También acabó en el hospital.

Más suerte tuvieron un padre y un hijo que se vieron en serios apuros durante el baño en la cala de Sorraos, en Llanes. Ambos fueron rescatados sin ningún daño, aparentemente. Pero hasta que llegaron a tierra, todo el arenal tuvo el corazón en un puño. Los socorristas de la cercana playa de Barro (Sorraos no tiene vigilancia) fueron los encargados de ayudarles. Todo fue por la mañana, cuando el hijo pidió auxilio al no poder salir del agua cuando estaba con una tabla. El padre entró a socorrerle y también quedó atrapado por el fuerte oleaje, que arrastró a ambos hacia las rocas. Los socorristas, según testigos, tuvieron que acceder a ellos en lancha, al ser imposible desde tierra. Al final, llegaron sanos y salvos a la orilla, en medio de un merecido aplauso de los bañistas para los socorristas que los auxiliaron.

Pero en la costa llanisca hubo otro susto. Una mujer de 18 años tuvo que ser evacuada en helicóptero al hospital tras caer por un desnivel de 5 metros en el acantilado entre las playas de Torimbia y San Antolín. Fue la propia afectada la que llamó al 112 y explicó que estaba inmovilizada.

El sol lució prácticamente durante toda la jornada, pero el viento agitó un mar que obligó a colgar la bandera roja en todas las playas llaniscas, salvo El Sablón, y también en las de Colunga y Rodiles (Villaviciosa). A última hora del día, además, la pleamar hizo de las suyas e incordió a los miles de bañistas que apuraban la jornada. Las conocidas como "mareonas" de San Agustín, en unos días, comienzan a notarse en la costa.