Demacrado, sin afeitar, con el pelo encanecido e inusualmente largo, encorvado sobre un bastón y del brazo de su mujer, María Jesús Iglesias. Así está José Ángel Fernández Villa, de 73 años. El otrora todopoderoso secretario general del sindicato minero SOMA fue visto a última hora del pasado martes en la calle del barrio ovetense de La Florida en la que reside, tras casi dos años de reclusión en su casa. Las imágenes exclusivas de LA NUEVA ESPAÑA, las primeras del exlíder minero desde que en octubre de 2014 se supo que estaba siendo investigado por haber ocultado 1,4 millones de euros al fisco, muestran a un Fernández Villa visiblemente envejecido, que llega en taxi a las puertas de su domicilio.
Con evidentes problemas de movilidad, tuvo que ser ayudado por su esposa y por el taxista para salir del automóvil. Quienes presenciaron la escena aseguran que el deterioro físico de quien fuera el "hombre fuerte" del socialismo asturiano durante décadas es evidente. "No es ni la sombra de lo que era hace un par de años", aseguran las mismas fuentes.
Lo cierto es que, según sus vecinos, José Ángel Fernández Villa, no se deja ver desde que se supo que había ocultado esos 1,4 millones de euros, cuyo origen se desconoce, y que los hizo aflorar durante la amnistía fiscal que autorizó en 2012 el gobierno del PP. Esta regularización se produjo coincidiendo con la última gran movilización de la minería asturiana, en la que todavía participó como líder del SOMA, cargo que dejó en abril de 2013 aludiendo a razones de salud. Su última aparición pública fue el 15 de mayo de 2014, cuando asistió en Oviedo a un mitin de Pérez Rubalcaba.
"Antes le veíamos poco, pero desde que se supo lo del dinero dejó de salir", afirma una persona que reside en su misma calle. La esposa del exlíder minero sí que hace una vida normal en el barrio, según el vecindario. Sale a la compra por la mañana, e incluso se la puede ver en alguna ocasión tomando un café en un bar situado justo debajo de la vivienda. A ese mismo local iba Villa antes de que se descubriese que había legalizado 1,4 millones de euros. De sus dos hijos apenas hay noticias en la zona desde hace meses.
Los vecinos indican que la hija de Fernández Villa, que acudía antes con asiduidad a la casa de sus padres, ya no se deja ver por el barrio. Hay quien duda incluso que Fernández Villa resida aún en La Florida. "Es como si se lo hubiese tragado la tierra", aseguró un vecino.
Y sin embargo, todo indica que Villa sigue residiendo en su domicilio. Fue en su piso donde le examinaron dos forenses el pasado mes de enero, después de que su abogada, Ana García Boto, adujese ante el Juzgado número 2 de Oviedo que el exlíder minero no estaba en condiciones de prestar declaración ante la magistrada Simonet Quelle Coto, que instruye la querella por apropiación indebida presentada por el SOMA contra Villa y el exgerente del Infide, Pedro Castillejo. Las forenses encontraron un cuadro desolador, con el exsindicalista incapaz de mantener una conversación coherente, con constantes arranques de llanto e ira, divagando sobre los tiempos en que fue el más influyente dirigente socialista de la región. También fue en su piso donde Villa recibió al notario Luis Ignacio Fernández Posada, para otorgar un poder a su letrada. Fernández Posada indicó ante la jueza del caso que Villa estaba en perfectas condiciones para realizar ese acto jurídico.
El SOMA, que se ha querellado contra Villa al considerar que se apoderó de 400.000 euros del sindicado a lo largo de los años, no quedó conforme con el informe de las forenses, que dictaminaron que el de Tuilla no estaba en condiciones de prestar declaración, y solicitaron que su exdirigente fuese examinado por una referencia en el campo de la neurología, el doctor Alfredo Robles, de la Universidad de Santiago. La juez Quelle Coto aceptó esta petición, pero la defensa de Villa presentó un recurso que en breve dirimirá la Audiencia Provincial de Oviedo. En este tribunal hay también varios recursos respecto a la querella contra Fernández Villa: la presentada contra la declaración del caso como causa compleja, lo que alarga la investigación durante año y medio más.
Hay más recursos, como el presentado contra la ampliación de la querella que imputa a Villa la apropiación de una cantidad superior a la que se creía inicialmente. Y en Madrid, la fiscal anticorrupción Carmen García Cerdá ha solicitado una nueva ampliación de la investigación abierta contra Villa en relación al afloramiento de los 1,4 millones.
