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"Mamá, que me quieren quitar a la niña", dice la menor parturienta entre lágrimas

Alba regresó ayer a casa de su madre, en el barrio gijonés de El Coto, tras ser dada de alta en el Hospital de Cabueñes. Al ver la habitación preparada por su madre para la recién nacida, rompió a llorar desconsoladamente. "Mamá, que me quieren quitar a la niña, me la quieren quitar", empezó a decir desesperadamente la adolescente, como si no hubiese sido consciente hasta ese momento de la grave situación en la que estaba inmersa. "Está destrozada", aseguró Noemí Méndez.

El caso es que ahora el destino de Alba está en manos de los Servicios Sociales del Principado. Varios asistentes acudieron ayer a la vivienda familiar para comprobar si ésta se encontraba en condiciones. Allí vieron que la habitación de la recién nacida estaba perfectamente equipada para recibirla, con su cuna, su trona..., todo lo necesario para atender las necesidades de un recién nacido. También comprobaron que la abuela del bebé cuenta con medios para mantener tanto a su hija como a la pequeña. Pero tendrá que ser una junta la que decida si entrega a la recién nacida a la familia, una decisión que podría tardar meses. Por el momento, lo que reza el expediente es que "los progenitores no pueden hacerse cargo de los recursos del menor". Noemí Méndez considera que es demasiado tiempo para que tanto ella como su hija estén separados del bebé. "En principio podemos seguir visitándola y vamos a hacerlo", añade la abuela gijonesa.

Noemí Méndez y su hija se sienten víctimas de "una exclusión social" absoluta: "Nos han tratado peor que a delincuentes. Hay otras adolescentes que dan a luz, las de etnia gitana, y no les quitan a sus hijos. Alba no está en desamparo, tiene a su madre y a su padre, y a la familia de ambos", aseguró la abuela gijonesa. "Solo la queremos en casa con nosotros".

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