La incorporación al sector de la sidra tradicional artesana de grandes operadores nacionales no infunde temor a muchos lagareros, que incluso se atreven hablar de "oportunidad". "No es motivo de preocupación. Es más, puede ser beneficioso, ya que contribuiría a extender al mercado nacional el hábito de consumir sidra natural. Si es así, bienvenido sea", manifiesta Eloy Cortina, que dirige junto a su hijo Tino el lagar Sidra Cortina. Lo mismo opina otro de los grandes productores del caldo regional, Samuel Trabanco: "A lo mejor es hasta bueno que nuevas empresas se lancen a elaborar sidra para captar más consumidores y dar a conocer esta bebida en regiones con poca tradición".

José Cardín, gerente de Valle, Ballina y Fernández (El Gaitero y otras marcas), grupo líder de la sidra espumosa en España, indica al respecto que "mientras la sidra con gas es conocida en toda España y tiene su mercado, éste no es el caso de la sidra natural", para cuya expansión nacional aún se precisa, dice, "hacer el mercado".

Pese a esa "necesidad" de difusión, los fabricantes del sector insisten en que no será fácil para grupos neófitos dominar el producto regional: "Elaborar sidra natural no es tan sencillo. Hay que saber hacerlo. Es un producto difícil", indica un elaborador. Tino Cortina indica que "como su propio nombre indica, la sidra tradicional responde a una cultura" que hay que conocer muy bien. Es el caso de Asturias, con lagares históricos.