Si la Senda del Oso se llama así será por algo. Un ejemplar de oso pardo cantábrico se paseó el pasado martes a primera hora de la mañana por la vía verde que recorre los concejos de Santo Adriano, Proaza, Teverga y Quirós. En concreto, el plantígrado apareció en el tramo que va de Proaza a Peñas Juntas para sorpresa del caminante que se lo topó y que lo comunicó rápidamente a los guardas de la zona. Tuvo tiempo, aunque de lejos, a fotografiar al animal. Una imagen que se viralizó en las redes sociales de la zona.

La presencia de los osos en la Senda no extraña al director de la Fundación Oso de Asturias (FOA), Pepín Tuñón Huerta. "Para mí no es noticia porque el oso está haciendo su recorrido, hay que darse cuenta de que viven en el entorno y que es lógico que puedan pasar por ahí, además estamos en la época de alimento de moras, avellanos y frutales que maduran primero en zonas bajas, es del todo normal", afirma.

Si bien Tuñón recalca, para evitar el alarmismo, que el paso del plantígrado por la Senda del Oso se produjo a primera hora de la mañana: "A las horas que está la gente no hay osos porque sólo se mueven en las primeras y últimas horas del día, el resto del tiempo lo pasan a refugio del calor".

Y es que la presencia de osos en la zona es cada vez más habitual desde que se inició la recuperación de la especie en los años noventa del siglo XX, que tuvo, precisamente, a los valles del Trubia como principal refugio osero junto al Parque Natural de Somiedo.

El aumento de las visitas oseras son el pan de cada día en muchos pueblos asturianos, sobre todo en el área central y occidental. En las últimas semanas, un oso baja casi a diario a Proacina (Proaza) a comer ciruelas y otras frutas. Y en el vecino concejo de Grado los osos han llegado hasta San Pedro de Los Burros, a ocho kilómetros de la villa moscona. Una hembra con dos crías pasó los veranos de 2015 y 2014 en el monte Rubiano, aunque este año la vieron sola ya que las crías abandonaron el grupo tras ser adultas.