Las medallas de oro y plata que ayer concedió el Gobierno regional fueron "un elogio a la pluralidad enriquecedora" del Principado, "la que suma a favor de Asturias". El Presidente, Javier Fernández aglutinó la diversidad de trayectorias reconocidas en el multitudinario acto celebrado en el Auditorio Príncipe Felipe bajo una definición común: "Son muy buenos en lo suyo y, en consecuencia, son buenos para todos". Hubo emoción y nervios entre los galardonados (alguno apenas podía hablar tras la entrega), pero sobre todo un mensaje para resaltar que los asturianos deben estar "orgullosos" de esa pluralidad; "pero sepamos allanar nuestras divergencias a favor del interés colectivo", resaltó Fernández. Porque, dijo, "la diversidad que se encastilla soberbia y desdeñosa, que se aisla y confunde acuerdo con rendición, se convierte en fragmentación yerma". Y para muestra de variedad que construye, las siete medallas que ayer se concedieron: "Se han ganado que les reconozcamos como personas y colectivos ejemplares", recalcó el Presidente.

El periodista José Manuel Vaquero, consejero de Prensa Ibérica y de la empresa editora de LA NUEVA ESPAÑA (diario que gestionó durante más de 30 años), recibió la Medalla de Oro e intervino en representación también de los otros galardonados: el pintor Alejandro Mieres; Laureano Víctor García Díez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior; las cooperativas El Orrio y Campoastur; la Fundación Banco Sabadell, y la Asociación de Ayuda a Personas con Parálisis Cerebral.

Javier Fernández reconoció que dado que "un periodista tiene el deber de incomodar al poder", Vaquero "ha molestado mucho", pero con el ejercicio de un periodismo "molesto y bueno". Y resaltó que el galardón premia "al hombre que acertó convertir a LA NUEVA ESPAÑA en uno de los mejores periódicos nacionales" en un proceso de tres décadas y que "personifica como nadie".

El Presidente resaltó "el mérito periodístico y empresarial que supone que una Comunidad Autónoma con un millón raspado de personas cuente cada amanecer con uno de los diez diarios más importantes de España", y vinculó esa "comunión con la sociedad" a la aplicación del principio activo básico del pluralismo. "El respeto del periódico a la pluralidad (...) es clave en su éxito", sentenció, "sin nunca haber degenerado en una alambrada para las demás opiniones".

José Manuel Vaquero recibió el premio, "entre la emoción y el desconcierto", reconociéndolo como mérito de todos los asturianos, a los que ofreció el galardón. ("Es vuestro, es vuestro", proclamó desde el escenario). Y ante "la encrucijada" a la que se enfrenta la sociedad actual, reclamó "una educación a la altura de nuestro tiempo y un periodismo solvente para que los asturianos tomemos conciencia cierta de qué nos pasa". Y así contribuir a formar la "Asturias concienciada" que reclama otro de los premiados, el pintor Alejandro Mieres, y que debe tener entre sus prioridades "la conservación de este pequeño paraíso natural y la puesta en valor de su mejor patrimonio: la calidad humana y profesional de los asturianos".

Rememoró su trayectoria profesional, el ejercicio del periodismo en "una época apasionante" como la Transición, y resaltó que "el carácter local y regional" de las siete ediciones del periódico "no ha oscurecido su vocación universal por ver el mundo con ojos asturianos". Es el diario una obra coral "al servicio de los asturianos" con la regla de oro de "la verdad posible en la información porque los hechos son sagrados, y abrir de par en par las puertas a una opinión libre y plural".

El periodista resaltó la apuesta del grupo editor, Editorial Prensa Ibérica, con especial referencia al Presidente, Javier Moll, y el consejero delegado, Aitor Moll, presentes en el acto. También asistieron entre el público el director general de contenidos de Prensa Ibérica y director general de LA NUEVA ESPAÑA, Isidoro Nicieza; la directora del periódico, Ángeles Rivero; el gerente, Eduardo Suárez, así como otros responsables del diario. No faltaron antiguos directivos del periódico y responsables de otros diarios del grupo, como Melchor Fernández Díaz, Ceferino de Blas y Pedro Pablo Alonso.

José Manuel Vaquero, que se refirió a sí mismo como el "nenu" de Bueño al que llamaban "Pepín el de Pili y Pelayo" y que ayer recibió un reconocimiento "que jamás pudo soñar", cerró su intervención arrancando el aplauso espontáneo del público al transmitir el dolor por la muerte del cronista y escritor José Ignacio Gracia Noriega, "brillante, polémico y entrañable colaborador de LA NUEVA ESPAÑA", que falleció la noche del martes.

Poco antes, las personas y entidades premiadas con la Medalla de Plata recibieron su galardón de manos del Presidente, quien glosó a cada uno de ellos. El pintor Alejandro Mieres es "muestra de libertad de expresión consciente y decidida", palentino que ha hecho "de Gijón su hogar" y debió haber recibido el reconocimiento "hace ya muchos años". Laureano Víctor García, "un caminante", enamorado del Camino de Santiago y clave para que la ruta jacobea recibiese el reconocimiento de la Unesco, ha sido un impulsor de "la conservación, la mejora y la divulgación" de los Caminos que cruzan Asturias. La cooperativa El Orrio ha contribuido durante un cuarto de siglo a la igualdad de género en el campo desde la atención domiciliaria. La cooperativa Campoastur se dedica a "ayudar a los agricultores y ganaderos para que puedan trabajar y comercializar mejor en un mercado global". La Fundación Banco Sabadell, comprometida con la Universidad de Oviedo, "ayuda a los jóvenes, fomenta la investigación" y apoya a la institución académica asturiana. Y la Asociación de Ayuda a Personas con Parálisis Cerebral, que "lleva el galardón en el nombre" tras 50 años de trabajo constante a favor de la atención y la calidad de vida de quienes padecen esta dolencia.

Todos ellos recibieron el aplauso de las más de 1.300 personas que llenaron la sala principal del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo en un acto que congregó a numerosas personalidades del ámbito de la política, la empresa, la cultura y la sociedad civil asturiana, reflejada en muchos de los invitados que acompañaban a los galardonados. Asistieron todos los consejeros del gobierno, alcaldes y representantes de los partidos políticos. También acudieron, entre otros, el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes; el vicepresidente segundo del Congreso de los Diputados, Ignacio Prendes; el Delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo; el exministro José Manuel Otero Novas, el economista Álvaro Cuervo; los empresarios Moisés Álvarez del Valle, Francisco Rodríguez o Antonio Suárez. Representantes de instituciones, grupos empresariales, colectivos sociales y culturales no faltaron a una cita que cada año es la expresión del reconocimiento de Asturias a algunos de los suyos más notables por contribuir al desarrollo de la región. Pero en palabras del Presidente, Javier Fernández, cada año se perpetra una injusticia con "una elección que jamás será plena".

Tras el himno regional, con el auditorio en pie, el público salió a una tarde que moría y dejaba caer las primeras gotas de un orbayu que recordaba, por si alguien se había olvidado estos últimos días, qué es Asturias.